Gestos de amor que iluminan la vida de otras personas

A veces es una mirada de aceptación. O un abrazo oportuno y sincero. Otras, es solo cuestión de una palabra de afecto. Son esos pequeños gestos de amor que hacen brillar a una persona. Que alegran su vida.

En Cáritas Diocesana de Madrid los vemos cada día. Vienen de personas que miran, escuchan, cuidan y comparten con Amor. Y ese amor trae y contagia luz a otras personas para iluminarlas cuando han quedado en la penumbra. Hay luz en quien acompaña, hay luz en quien cuida y hay luz en quien agradece.

Aquí tenemos el retrato de tres personas. Vemos, por ejemplo, el amor inspirador de una de las trabajadoras sociales, responsable del voluntariado joven; el amor a su trabajo y a los jóvenes los inspira y enciende. Vemos el amor agradecido de una de las personas atendidas; ella comparte ahora el amor que ha recibido con otras personas. Y también vemos el amor que acompaña en la oscuridad en su más amplio sentido, como el voluntario en la Cañada. Todas hablan de amor y llevan la alegría a otras personas. Se trata del compromiso, sincero y certero, de alumbrar nuevos caminos para que quienes se han perdido, o quedaron a oscuras, los encuentren. Se trata de poner el corazón, símbolo del amor incondicional, en todo lo que hacemos.