Caridad, hogar, Amor: hoy Día de Todos los Santos va hablemos de Santa Rita, Santa Zita, Santa Bárbara y Santa Lucía
1 de Noviembre de 2024Hablar de Santa Rita, Santa Zita, Santa Bárbara y Santa Lucía es hablar de amor a las personas más vulnerables, de caridad, de ayuda al prójimo, del calor de un hogar, de esperanza, de Amor. Por eso no es de extrañar que den nombre a cuatro de nuestros proyectos en Cáritas diocesana de Madrid.
Este 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, queremos hacerles una mención especial a ellas y dar a conocer los proyectos que llevan sus nombres.
En el caso de Santa Rita, patrona de las causas imposibles, hablamos de una mujer que sacrificó su vida acomodada por entregarse a los pobres y dedicar su vida a Dios. También sacrificó la vida de sus propios hijos para poner en valor el perdón. Movida por la caridad, sacaba a escondidas pan de su casa, para dárselo a los pobres; un día de esos cuando salía de su casa con un pan bajo sus ropas, su esposo la confrontó y le quitó el vestido, pero el pan se había convertido en rosas.
Santa Rita da nombre a nuestro “Hogar Santa Rita”, un centro en plena sierra de Madrid donde se recibe y acoge a personas sin hogar. Ahí se les ofrece más que comida, un espacio de descanso, un abrazo, acompañamiento. Es la caridad cristiana de Santa Rita. Es saber que todas las personas merecen una segunda oportunidad, que no hay causas perdidas.
En el caso de Santa Zita, patrona de las empleadas domésticas, hablamos de una mujer joven, piadosa, de orígenes humildes. Estuvo trabajando, sirviendo en una casa acomodada donde economizaba para poder dedicar parte del pan y de sus ahorros a las personas más pobres. A escondidas ofrecía alimento a familias vulnerables. Su entrega al trabajo era tal que se le atribuye a ella la llave, símbolo del hogar y la labor doméstica.
Santa Zita da nombre a otro de nuestros hogares, la “Casa Familiar Santa Zita”, en ella conviven familias monoparentales formadas por madres solas con menores a su cargo. Ahí comparten espacio, se reparten las labores domésticas y el cuidado de sus hijos para poder conciliar su vida laboral y familiar. Ellas son ejemplo del amor doméstico de Santa Zita, de la caridad compartida entre fogones, y del deseo de tener en un futuro la llave de una vivienda propia.
En el caso de Santa Bárbara, patrona contra las tormentas, era una joven de origen fenicio y familia acomodada. Su padre la mantuvo encerrada para evitar que se casase joven. Durante su encierro aprovecho para formarse y acabó abrazando la Fe cristiana. Cuando finalmente su padre la quiso casar con un joven, ella se negó porque quería dedicar su vida a Jesucristo, por lo que fue perseguido y martirizada.
Santa Bárbara da nombre al “Hogar Santa Bárbara”, una residencia donde conviven mujeres embarazadas o que acaban de ser madres sin redes de apoyo. Ahí se les acompaña en su etapa como madres, para que pese a la ‘tormenta’ que supone este cambio de vida, pueden seguir caminando, aferradas al amor a sus hijos, formándose y trabajando para ser autónomas.
Y en el caso de Santa Lucía, patrona de tantos ocios antiguos, hablamos de una joven de clase acomodada, que se educó en la Fe cristiana. Pero cuando se negó a casarse con un joven, pese a que su madre aprobaba su decisión, fue perseguida y martirizada. Su vocación era ser luz para alumbrar la Palabra de Jesús, a eso quería dedicar su vida, a ser luz de esperanza para otros. Curiosamente su nombre, Lucía, significa 'la que lleva luz'.
Santa Lucía da nombre a la residencia "Fundación Santa Lucía", donde residen hombres y mujeres mayores con toda la atención necesaria para que no pierdan la esperanza de envejecer de una manera activa y con dignidad. Ahí, con la escucha y el intercambio generacional, se 'alumbra' lo que han sido sus vidas, germen que, como los ojos de Santa Lucía, nos alumbrarán el futuro que podemos llegar a ser.
Hablamos de personas ejemplo de caridad y de Amor a Dios, materializado en ellas en el amor al prójimo. Eso es lo que ofrecen los proyectos de Cáritas Madrid, amor y acompañamiento a las personas más vulnerables para que recuperen la esperanza y tengan la oportunidad de salir adelante.