Sentir que es mi casa. Sentir que es mi hogar

¿Cuál es el deseo de cualquier padre o madre cuando piensa en el espacio de protección de sus hijos? ¿Puede tener mayor deseo que el de crear un lugar cálido y confortable para que ellos, los más jóvenes de la familia, puedan desarrollar todas sus habilidades y crecer hasta convertirse en adultos felices? En Cáritas Madrid creemos que no. Creemos que el entorno en el que los jóvenes crecen, se desarrollan y se convierten en adultos de pleno derecho juega un papel sumamente importante.
Y es por ese motivo que, junto con la Asociación Ayuda en Red, y con personas voluntarias de la empresa Doofinder, se ha trabajado para dotar de esa calidad y calidez las habitaciones de las jóvenes del proyecto de “Nazaria Baja a la Calle”.

El proyecto, que acoge a chicas jóvenes entre 18 y 28 años con dificultades de acceso a la vivienda, y con muchas ganas de buscar su felicidad a través de los estudios y de un buen empleo -donde las acompañan religiosas de la congregación Misioneras Cruzadas de la Iglesia junto con un equipo de personas de Cáritas Madrid- ha sido espectador de cómo personas con gran ilusión, y esperanzas en el futuro de las jóvenes, se han involucrado en un pequeño gran gesto. No sólo se han involucrado financiando la compra de mobiliario para las habitaciones, sino que se han involucrado personalmente en la decoración y montaje de los mismos, sirviendo como apoyo a la dotación material de la vivienda, y siendo a la vez profesores de las jóvenes; así en el futuro ellas serán capaces de hacer el montaje por sí mismas, cuando llegue el momento de abandonar la vivienda y conseguir la vida autónoma.

Esta acción ha sido recibida por las jóvenes, y por el equipo del proyecto, con gran alegría, por lo que han querido agradecer a las personas voluntarias, con una pequeña merienda compartida, en la que nos sentáramos en el salón de la vivienda a compartir historias y a sentirnos como una misma familia.

Desde Cáritas Madrid agradecemos esta iniciativa de la Asociación Ayuda en Red, muy especialmente a Nacho, Alicia y Juanjo, así como a todo el equipo de voluntariado de Doofinder, por haber donado su tiempo a las jóvenes del proyecto de “Nazaria” que, a partir de ahora, tendrán un espacio muy agradable en el que buscar su futuro.