El camino a la inclusión es el calor del acompañamiento aún en los días de frío

Un paseo por la sierra. Es el que han podido disfrutar las y los jóvenes a los que acompañamos en el piso para menores no acompañados de Cáritas Madrid. Se ha tratado de una actividad lúdica donde acercarse a los recursos natrales que ofrece Madrid, para practicar deporte a la vez que se contempla la belleza de la naturaleza.

Como para al resto de madrileños, la llegada de la nieve es un espectáculo evocador, que nos lleva a reflexionar y a conectar con uno mismo y con nuestro entorno. Varios de estos jóvenes nunca habían visto la nieve y la idea de poder pasar un día “en familia” disfrutando de ella era un plan ineludible.

“El viaje ha estado marcado por los nervios, las ganas y la expectación. A medida que el tren ascendía por nuestra Sierra y el paisaje se iba cubriendo de blanco, en la cara de nuestros jóvenes también aumentaban las sonrisas”.

Hemos ido hasta Cotos. Allí ha habido tiempo para disfrutar en trineo, contemplar, pasear por la nieve, batallar con bolas heladas, aprender de la geografía de nuestra Sierra, y charlar y compartir.

Este tipo de actividades son una oportunidad de conocer y vivir cosas nuevas para unos jóvenes que no han tenido las mismas oportunidades que otros. Y es además una forma de que tejan lazos entre ellos y se favorezca la sensación de estar en familia, porque eso les permite, como ellos mismos han dicho, “tener el corazón un poco más lleno de momentos de cariño y disfrute y ver con una mirada nueva”.

Un luminoso paseo entre montañas nevadas atravesadas por la luz. Es la metáfora del proceso de inclusión de estos jóvenes. Son jóvenes que aún atravesando algunas dificultades consiguen, con esfuerzo y con los apoyos necesarios, tener empleo, terminar sus estudios o estar en un lugar que les permita ver la luz. Ese es el camino a la inclusión, ese es el calor del acompañamiento aún en los días de frío.