«Es extraordinario ver cómo rescatan lo mejor de sí y lo hacen brillar»

«Veo mi voluntariado como una manera de devolver a la sociedad todo lo que la vida me ha dado a mí; después de mi jubilación anticipada, era el momento de dedicarme un poquito a los demás, poniendo mi experiencia personal y profesional acumulada al servicio de la gente que lo necesitase, ¡y no veas qué satisfacción! —nos dice ampliando su sonrisa—. José Antonio transmite seguridad y serenidad, que es en la mayoría de las ocasiones lo que necesitan las personas en una situación vulnerable, que alguien confíe en ellas y les dé seguridad.

Vemos en la mirada de José Antonio un compromiso, que sería lo que vieron nuestros compañeros de la Agencia de Empleo cuando le propusieron sumarse al proyecto ‘Talento’, donde está «satisfecho y encantado». Y no lo dice solo por cómo se siente él, sino por la labor que realizan los compañeros del Servicio de Empleo. «Me impresiona —asegura— cómo tratan a las personas, con qué sensibilidad las conducen, y cómo las acompañan frente a las dificultades, es mucho más que caridad, es apoyo y cuidado: esto es mucho más que una agencia de empleo».

Ese ‘ser algo más’ tiene mucho que ver con lo que nos responde José Antonio cuando le preguntamos qué ve en quienes acompaña. «Veo a personas». Con su valía individual y su necesidad particular. «Veo que hay mucha diferencia entre el potencial de la persona y lo que ven de sí mismas. Y ante esa situación, ¿qué hacemos? Poner nuestro talento al servicio del de ellos para que logren su objetivo vital».

El proyecto ‘Talento’ consiste en trabajar con personas que están en búsqueda activa de empleo y confeccionar una hoja de ruta que les permita cubrir carencias e impulsar sus destrezas para que encuentren un trabajo donde puedan desarrollar su máximo potencial. Esta hoja incluye detectar necesidades y diseñar un plan formativo a medida. «Las personas que llegan tienen perfiles profesionales muy potentes, pero invisibles. Ellas quieren mejorar su vida, pero se encuentran con muchas barreras y solo pueden acceder a empleos de poca calidad, muchas veces precarios, que tienen que aceptar entrando en un círculo del que no pueden salir. Al final el objetivo es —matiza José Antonio— que en este período recuperen la autoestima y la confianza para que encuentren un empleo acorde a lo que de verdad valen, porque lo valen» —afirma tajante.

En este proceso también es clave la labor de intermediación con las empresas para invitarlas a que formen parte de este programa de acción social, porque son las futuras empleadoras. «Ven que somos diferentes, que hay una interlocución y acompañamiento permanente, y eso les da confianza, el saber que las personas que derivamos responden como se espera de ellas».
Al final, el resultado: «Es extraordinario ser parte de esto. Ver cómo evolucionan y pasan de ser personas que vienen con baja autoestima, a personas que rescatan lo mejor de sí mismas y lo hacen brillar». Así brillan los ojos de José Antonio contemplando con admiración, desde un lado del camino, cómo caminan solas.