El maravilloso milagro de verlas ‘resucitar’ para renovar sus vidas

Este privilegio lo vivimos cada día en Cáritas Madrid, con muchas personas y familias. En este caso concreto hablamos de las mujeres que acuden al centro de atención a la mujer “Concepción Jerónima”, todas ellas diferentes y diversas.

En este espacio, acompañadas por Hermanas del equipo de vida y por las personas del equipo técnico y voluntarias de Cáritas Madrid, participan cada día mujeres que están en situación de vulnerabilidad social.

Llegan a veces tímidas, otras asustadas, y siempre expectantes por saber qué van a encontrar, qué les preguntarán, cómo van a mirarlas. Y la respuesta es siempre la misma: desde la cercanía y con cariño. Ya sabemos que no han vivido —o no están viviendo— situaciones fáciles. ¿Quién se atreve a juzgar? Sabemos que han hecho lo que han podido. Muchas de ellas duermen en albergues, en el sofá de una amiga, en la calle quizás; otras han dejado a sus familias a miles de kilómetros con la esperanza de poder enviarles pronto, además de algo de dinero, buenas noticias.

En el centro se organizan actividades y se les ofrece un espacio donde guardar sus cosas, lavar la ropa o tomar un café. Es un ‘refugio’ de atención y cuidado, aunque solo sea por unas horas al día. En este lugar, como nos cuentan desde “Concepción Jerónima”, las vemos ‘resucitar’. Entrar cabizbajas y salir sonriendo. Es un milagro diario, dicen las Hermanas.

Entre las actividades realizadas, recientemente celebraron una en el centro relacionada con la Resurrección. Leyeron una noticia sobre la esperanza que ansían las personas migrantes y pudieron reflexionar juntas, e incluso decorar el centro con collages que hablan de esa ‘renovación de vida’.

Y es que, en Cáritas Diocesana de Madrid, parte importante de nuestra labor es que personas vulnerables, como estas mujeres, salgan reforzadas, se sientan seguras y acompañadas, que renueven su actitud para salir adelante por sí mismas.