“Pidamos a Dios que toque los corazones”: Cáritas diocesana Madrid ora por la paz junto a toda la Iglesia
Pilar Algarate 22 de Agosto de 2025Esta mañana, más de cincuenta personas se han congregado en la sede de Santa Hortensia para participar en la jornada de ayuno y oración por la paz convocada por el papa León XIV, coincidiendo con la memoria litúrgica de Santa María Virgen, Reina.
La convocatoria se ha extendido también a las Vicarías, Proyectos y Servicios de Cáritas diocesana de Madrid, que se han unido en sus centros a la misma hora, haciendo de este momento un signo de comunión y esperanza compartida.
Durante la celebración, se ha realizado un gesto muy significativo: mientras sonaba la canción “Sólo le pido a Dios” de León Gieco, se han ido acercando hasta los pies de la imagen de María las siluetas impresas de los mapas de los principales lugares en conflicto —como Gaza, Ucrania o Sudán—. Sobre cada uno de ellos se ha colocado una vela encendida, signo de oración y de esperanza que no se apaga, confiando a la Madre del Señor el clamor de tantas personas que sufren la violencia de la guerra.
La celebración, guiada por el guion de oración preparado para la jornada, ha contado con la presencia de Gabriel Comas, párroco de San Juan de la Cruz, quien tras la lectura del Evangelio ha subrayado la urgencia de pedir juntos la paz y la justicia:
“Es una necesidad urgente orar por la paz y por la justicia. Mientras haya afán de poder y de superioridad, será difícil alcanzarlas. Solo desde la humildad, la sinceridad de corazón y el buscar el bien del prójimo llegará la paz, llegará la justicia”.
Gabriel también ha tenido un recuerdo especial por la población civil inocente, y en particular por los niños y niñas que padecen las consecuencias más duras de la guerra:
“Recordemos de manera particular a los niños y niñas que están viviendo la guerra y muriendo en ella. Ellos son el futuro y necesitan crecer en paz, en sinceridad, sin cargas traumáticas que marquen sus vidas”.
Con momentos de silencio, la fuerza del gesto simbólico de las velas y la oración a María, Reina de la Paz, esta jornada nos ha invitado a suplicar juntos el cese del derramamiento de sangre, el respeto de los derechos fundamentales y la apertura de caminos de diálogo, justicia y fraternidad.