VERANO SOLIDARIO en Cáritas Madrid

Verano suena a tiempo libre, a calor, a vacaciones, a descanso, a compartir experiencias, a conocer lugares y personas. Uno puede viajar kilómetros para lograrlo; uno puede, también, viajar a otros mundos geográficamente cercanos, pero desconocidos, casi ocultos en una ciudad turística y hermosa como Madrid.

Cáritas Madrid. 14 de julio de 2014.- A través de las colonias urbanas organizadas por Cáritas Madrid, los niños y niñas que participan en nuestros proyectos de menores han invitado a voluntarios a compartir sus juegos, su alegría, sus conflictos, su forma de descubrir el mundo. Los voluntarios están ofreciendo su tiempo, su saber hacer, su capacidad de escuchar, comunicar y hacer equipo, su creatividad. Hasta mediados de agosto, fecha en la que concluye la última colonia, están creando una experiencia nueva y compartida, están "Construyendo espacios de Esperanza", de entendimiento y convivencia.

¡Cuántas personas sin hogar no "salen" de vacaciones! Siguen habitando las calles y llegando a nuestro centro. Junto a las personas voluntarias que allí encuentran, abren espacios para normalizar la vida cotidiana: una ducha, poner la lavadora, tomar un café, comer acompañado y en mesa, charlar un rato, jugar una partida, hacer en un taller algo útil o hermoso o ambas cosas, aprender algo nuevo...quizá, en algún momento, el milagro de abrir la intimidad y conectar y comprender a otra persona tan diferente y tan semejante a mí misma.

Personas en situación de exclusión que tienen la oportunidad de salir de excursión, personas hospitalizadas que encuentran un "amigo inesperado" en el voluntario que se acerca, familias agobiadas por la pérdida de la vivienda, por la falta de trabajo, de recursos económicos que siguen pudiendo contar lo que les ocurre y buscar orientación...porque en verano sigue habiendo personas que deciden visitar y compartir estos lugares ocultos, descubrir la perla escondida y enterrada por las situaciones de pobreza y exclusión.

Estamos "Construyendo espacios de Esperanza",  facilitando espacios para encontrarnos, comprendernos, ayudarnos... y ¡cuidado! es una experiencia peligrosa ésta del voluntariado, te engancha, te cambia la mirada, te abre el corazón y te invita a quedarte... más allá del verano.