Una nueva visiÓN: un empleo es posible

Mercedes Liarte. Voluntaria en el Servicio Diocesano de Empleo de Cáritas Madrid

Mercedes, resuelta y risueña, entra por la puerta con energía. Viene en ‘modo ON’. Dice que es porque viene caminando desde casa y eso la activa. También la pone en ‘modo ON’ saber que cuando se marcha, aunque no siempre se cumplan todas las expectativas, si ha ayudado a alguien, ha valido la pena. “Nos viene gente muy desesperanzada, familias enteras que arrastran muchas dificultades”. Afortunadamente hay un hueco para la esperanza, como dice Mercedes, “la que tiene ganas y actitud para trabajar, se acaba colocando”.

Mercedes, positiva y emotiva, no puede evitar que sus ojos se humedezcan cuando recuerda un caso reciente, de toda una familia, con tres hijos pequeños, que llegaron engañados a España y se vieron viviendo en la calle, y luego en una habitación, hasta que desde una parroquia los pusieron en contacto con Cáritas Madrid. Esta ha sido una de las familias que, a través del proyecto de empleo rural donde colabora como voluntaria Mercedes, ha encontrado trabajo en un pueblo de Jaén, a donde se han trasladado.

Mercedes, que está del lado de quienes acompañan a personas que buscan trabajo, ha estado muchos años del otro lado. Trabajando en una gran empresa. Tras su salida de la empresa decidió “dedicar mi tiempo a otros aplicando aquellos conocimientos que tenía”.

Desde hace tres años, confiesa, su mirada le ha cambiado. Estar en el Servicio Diocesano de Empleo le ha permitido cambiar la visión que tenía. “Antes me parecía que un trabajo era un trabajo, que si estuviese en búsqueda de empleo cogería todo. Y ahora pienso que no se puede coger cualquier cosa”.

También su visión de las personas que están en búsqueda de empleo ha cambiado. “Pensaba que todo el mundo estaría dispuesto. Ahora veo que no. Hay quienes ven que no es un puesto digno o que no se adapta a su formación o recorrido laboral; y si entras en algo que no está en consonancia con tu desarrollo profesional, no llegarás nunca a tu objetivo”.

Ambas visiones, sumadas a su experiencia, la avalan para decir con seguridad que el hecho de que una persona encuentre empleo digno, debe ser una apuesta de lado y lado. La empresa debe ofrecer “un buen sueldo, un buen horario. Y desde el punto de vista de la persona, debe elegir un trabajo que quiera y le permita desarrollarse personal y profesionalmente y luego, con el tiempo, que le permita vivir bien, que es a lo que todos aspiramos”.