Sanando juntas en CEDIA MUJER

El grupo de mujeres sin hogar que asiste al centro CEDIA MUJER de Cáritas Madrid ha participado en una actividad psicosocial donde intercambiar experiencias y conocer otras realidades para sanar heridas.

Cáritas Madrid.- 1 de julio de 2021.- Las mujeres que asisten al centro para personas sin hogar CEDIA MUJER, de Cáritas Diocesana de Madrid, han participado en una actividad psicosocial conjunta, donde intercambiar experiencias y tener un espacio de desahogo y ‘sanación’.

Este tipo de actividades se repiten semanalmente y se han convertido, como nos dicen desde el propio centro, en “encuentros sanadores y de apoyo mutuo”. Se trata de ofrecerles un acompañamiento para que, además de conocerse y compartir experiencias, consoliden sus propios lazos de ayuda para fortalecer sus estrategias de cara a afrontar el futuro.

Asimismo, el espacio les sirve para conocer otras realidades que, aunque diferentes, son similares a la suya; lo que crea entre ellas nuevos vínculos para salir adelante. Como ellas mismas dicen “cada una de sus compañeras tiene infinitas experiencias y aprendizajes que aportar, y, desde su singularidad, está sanando y ayudando a otra”.

Hablamos de un grupo diverso y heterogéneo, ya que todas tienen diferentes puntos de partida (país de origen, cultura, edad, estado de salud física y mental…). Pero que comparten las consecuencias que tiene para ellas ser mujer y la situación de sinhogarismo que viven. Pese a que cada una lleva un proceso de inclusión y evolución diferente, coinciden en “sentirse afortunadas de poder conocer y compartir con tanta diversidad cultural, étnica, de género, funcional y cognitiva en un solo lugar”.

En la actividad que acaban de realizar se ha presentado un árbol con personas ubicadas en diferentes ramas, ángulos, expresiones y condiciones. Se buscaba con ello que ellas proyectaran la imagen que tienen de sí mismas, tanto en el presente como en el futuro. Lo más destacado es que casi todas se han visualizado actualmente en la mitad de un proceso ascendente. Varias de ellas han hecho hincapié en que la vida es un proceso cíclico en el que han tenido la experiencia de caer y volver a levantarse, una y otra vez. Esta experiencia les ha servido como impulso para no desfallecer.