La música y las risas para tender puentes entre generaciones y evitar la soledad en el distrito Salamanca

¿Quién ha dicho que la música no une? ¿O que la soledad no puede combatirse compartiendo con otras personas? Esto es precisamente lo que han demostrado un grupo de adolescentes de las colonias urbanas de Cáritas Vicaría II, quienes han participado en un espacio lúdico y musical intergeneracional junto a personas adultas de otras entidades sociales del distrito Salamanca. “Ha sido una tarde diferente, llena de ritmo, recuerdos y buen ambiente que ha demostrado, una vez más, que la música no entiende de edades”.

La actividad se ha organizado en el marco de la plataforma de acción comunitaria en la que participa Cáritas Vicaría II, dentro del proyecto de prevención de la soledad no deseada, y ha sido la excusa perfecta para compartir, conocerse y acercarse a otras personas con edades e inquietudes diferentes.

“La experiencia ha transcurrido en un tono muy cercano y agradable, con conversaciones espontáneas, descubrimientos musicales y el gusto de sentirse acompañado. Y se han marchado con la sensación de haber vivido algo bonito y enriquecedor”.

Este tipo de iniciativas han demostrado que el encuentro entre generaciones no solo es posible, sino necesario para evitar situaciones de aislamiento y soledad. Y que estos pequeños gestos tienen un gran impacto en la construcción de barrios más humanos y conectados.