"Llamados a hacer de nosotros mismos un don para los demás". Palabras del papa Francisco en la VII Jornada de los Pobres

El papa Francisco hacía referencia en su homilía de este domingo 19 de noviembre, a la VII Jornada Mundial de los Pobres. Una celebración instaurada por él hace siete años, para recordarnos que debemos mirar y estar junto a las personas más vulnerables, porque esa es la mirada del Evangelio.

Una labor que vemos cada día en Cáritas Diocesana de Madrid, donde acompañamos a más de 100 personas en una situación de vulnerabilidad, o pobreza material y espiritual. Lo hacemos como parte de la misión en nuestra diócesis de 'evangelizar' con obras de amor.

En este sentido, el papa Francisco pide mirar cara a cara las pobrezas materiales, culturales y espirituales del mundo, para que dejen de ser invisibles y nos sintamos llamados a acudir a su llamada.

Partía el Papa en esta Jornada Mundial de los Pobres de la parábola de los talentos que se nos entregan y al servicio de qué o quiénes ponerlos. Y nos decía: "Nos sirve de advertencia para verificar con qué espíritu estamos afrontando el viaje de la vida. Hemos recibido del Señor el don de su amor y estamos llamados a ser don para los demás. El amor con el que Jesús se ha ocupado de nosotros, el aceite de la misericordia y de la compasión con el que ha curado nuestras heridas, la llama del Espíritu con la que ha abierto nuestros corazones a la alegría y a la esperanza, son bienes que no podemos guardar sólo para nosotros mismos, administrarlos por nuestra cuenta o esconderlos bajo tierra. Colmados de dones, estamos llamados a hacernos don".

Esa es la mirada a la que nos apela el lema de este año, 'No aparte tu mirada del pobre', debemos mirar y darnos porque "estamos llamados a hacer de nosotros mismo un don para los demás". Y debemos hacerlo confiando en el Señor, ya que el miedo paraliza.

Debemos multiplicar nuestros talentos, cada personas los suyos propios, como nos decía también nuestro arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, el talento de la solidad, la simpatía, la inteligencia, el arte, la sabiduría, la calma, el amor... Porque como nos recuerda el Papa "si no multiplicamos el amor alrededor nuestro, la vida se apaga en las tinieblas; si no ponemos a circular los talentos recibidos, la existencia acaba bajo tierra".