LA NAVIDAD PARA EL VOLUNTARIADO: LUGAR DE COMIENZO Y DIGNIDAD

Acoger la alegría de la Navidad nos hacer crecer en sensibilidad hacia lo vivo. La esperanza se manifiesta en los cuidados, en la ternura y la caricia que sosiega y trae la paz interior. La Navidad es alegría para el pueblo, una alegría contagiosa porque saca lo mejor de nuestras vidas. Con este espíritu navideño, tuvo lugar el Encuentro de voluntarios y de las familias de los proyectos de Cáritas Vicaría II en San Blas. 

Más de 76 personas en los locales de la parroquia del Recuerdo han celebrado que a pesar del contexto que vivimos tan deshumanizador y lleno de malas noticias, aparece en la intemperie de la noche un pregón que nos anuncia que ha nacido un Mesías que nos rescata de nuestros miedos, angustias y tristezas.

Para un voluntario de Cáritas, la Navidad es la apuesta por la paz en la justicia, el crecimiento en la sensibilidad por los valores que nos modelan como personas conectadas con lo vivo. La apertura hacia lo nuevo que nos sorprende e irrumpe y nos allana todo aquello que nos aliena.

Cómo ha sido el encuentro

Empezamos con una oración reflexión dinamizada por Juan, sacerdote coordinador, que supo captar también la atención de los más pequeños.

Los proyectos de San Blas actuaron cantando villancicos animados por Pepe, cura del Recuerdo.

La sensibilidad de Paloma nos presentó y motivó los mensajes y los materiales de la campaña de Navidad que Cáritas propone a toda la Comunidad Cristiana.

Juan Luis, responsable del voluntariado, con su naturalidad y buen hacer, cerró el acto felicitando la Navidad a los presentes y dando las gracias a los que hicieron posible este entrañable acto. Al fin y al cabo, la Navidad es lugar y comienzo de la dignidad humana porque Dios quiso salvar desde abajo, desde la frágil condición humana...

Al finalizar, Isabel Caro, coordinadora de Cáritas, obsequió a los asistentes con unos regalos confeccionados por los proyectos de la zona.