La dignidad en el trabajo ayuda al bien común

Presentación de la Campaña Contra el Paro en los arciprestazgos de Espíritu Santo y Santísima Trinidad de Cáritas Vicaría II.

 

Cáritas Madrid. 19 de abril de 2018.- No es el Dios del paro ni de la precariedad laboral el que nos ofrece la Salvación…, es más, en el primer conflicto laboral que hubo en la historia, Dios se puso del lado de los trabajadores. ¿Cómo comprometerme desde el Evangelio en el mundo del trabajo? Así se convocaron los voluntarios de las parroquias de los arciprestazgos de Espíritu Santo y Santísima Trinidad de Cáritas Vicaría II, animados por Pepe, voluntario de sensibilización, para orar, reflexionar y plantearse desde qué claves vamos a trabajar y comunicar la campaña en nuestros grupos y comunidades. Así, se fue compartiendo:

 - El trabajo precario afecta principalmente a las personas más vulnerables.

-          -El trabajo es ante todo, un problema de dignidad humana.

-          -El trabajo es una herramienta de socialización y vocación. La ética por encima de la técnica.

-          -El trabajo es social, reconoce lo hecho como edificación de la creación.

  -Una visión economicista nos conduce al suicidio medioambiental y a la deshumanización de la vida.

 

Porque el bien común es diferente del interés general. Una cosa puede interesar a la mayoría, pero puede perjudicar al colectivo de personas más pobres y frágiles. Nuestro relato va en defensa de los últimos, con lo que el bien común es nuestra causa. Los seres humanos no somos propietarios de los bienes de la Tierra. Disfrutamos de ellos para luego que los disfruten las generaciones venideras.

 

Se trabajó este texto profético de la Rerum Novarum de León XIII, año 1891: “ Los empresarios si buscan las ganancias en la pobreza ajena, no lo permiten ni las leyes divinas ni las humanas. Defraudar en el salario debido es un gran crimen”.

 

José Miguel, coordinador del Servicio de Orientación e Información para el empleo de esa zona, nos compartió que en el distrito de Ciudad Lineal hay 120.000 personas en paro. Acoger, motivar y empezar un proceso con los tutores, es la respuesta que vamos construyendo en la dimensión laboral de la persona empobrecida. Este servicio cuenta en la realidad con 10 voluntarios.

 

¿Cuándo me comprometo por un trabajo digno? Es la pregunta que nos lanzó Pepe y que se puso en común:

-Cuando defiendo un salario digno y justo en mis ámbitos relacionales.

-Cuando denuncio los abusos laborales y la precariedad.

-Cuando favorezco condiciones dignas de contratación directa o indirectamente.

 

Terminamos la presentación recogiendo todo lo compartido en clave oracional:

Ayúdanos Señor a ver y a cambiar nuestro corazón para sentir tu compasión en la angustia de las personas desempleadas y precarizadas.