“Me siento respetada y dignificada” Encuentro de voluntariado del Servicio Diocesano de Empleo

En esta ocasión se ha abordado específicamente la realidad de las trabajadoras del hogar. Ofreciendo información acerca de la situación de las trabajadoras ante la nueva ley (Real Decreto-ley 16/2022, de 6 de septiembre, para la mejora de las condiciones de trabajo y de Seguridad Social de las personas trabajadoras al servicio del hogar), y los cambios que conlleva su implantación y aplicación.

En este sentido, ha sido Juan Carlos de Benito Peña, voluntario de la Vicaría VII, quien se ha encargado de presentar cómo es la nueva ley, desgranando los cambios formales del marco legal y los efectos prácticos que introduce la norma jurídica en la mejora de prestaciones, en aspectos como el incremento de cotizaciones y variación en las bonificaciones, o el propio contrato de trabajo su formato y las indemnizaciones que conlleva el desistimiento del empleador. Se trata, como destacaban, de una ley “muy necesaria y que establece un escenario que da seguridad jurídica y esperanzas de mejorar las condiciones de las y los trabajadores del sector”.

Por otro lado, desde el Servicio Diocesano de Empleo, Astrid Salas Anteliz, ha resumido todas las funciones y actividades que el SDE desarrolla en intermediación laboral y asesoramiento en el sector de los cuidados. Cáritas Madrid apoya a través de la formación, habilitación y certificación de trabajadores, en tareas de prospección sobre el terreno y en centros de apoyo a personas mayores menores o con discapacidad, e intermediación en entrevistas en sede o domicilio del empleador.

Y para finalizar se ha contado con los testimonios de tres personas, trabajadoras del servicio del hogar. “Ha sido – nos dicen- “la parte más emotiva del encuentro por la pasión y sentimiento con que Denice, Soraya y Sandra han expresaron sus experiencias en este sector en el que llevaban años trabajando en diferentes hogares y con diferentes funciones y responsabilidades”. En los tres casos han agradecido la intermediación de Cáritas, lo que les ha permitido tener empleos donde han sido tratadas dignamente y con respeto, y con el profundo afecto de las personas a las que cuidan, o cuidaban, y de sus familiares. Así nos lo decía una de ellas, cuando ha manifestado sentirse “sentirse respetada y dignificada, y por eso lo doy todo”. Ese respeto y cariño había sido reciproco, y se han sentido bien. Han transmitido satisfacción, compromiso y felicidad con el trabajo que realizan. No obstante, coinciden en que la actual situación de crisis económica supone también un problema para sus empleadores, lo que requiere llegar a acuerdos que sean beneficiosos para ambas partes, en el marco de la ley. 

Por su parte, el equipo de dirección, Salvador García de Pruneda y Begoña Arias González, han expresado su agradecimiento a las personas presentes y voluntarias por la labor que realizan día a día.