EL HUECO QUE DEJA UN VOLUNTARIO...

Desde Cáritas Vicaría I recuerdan hoy a Carlos, uno de los voluntarios de la Vicaría que tanto amor y dedicación ha dado durante años a Cáritas Madrid, y al que hemos despedido hace poco. “Una persona comprometida que se ha dado a sí misma para ayudar a los demás”, así definen a Carlos. Con su partida queda una herida y un hueco en nuestra entidad que llenaremos con el recuerdo de su generosidad.

“Son personas que ante las carencias del prójimo deciden implicarse, comprometerse, compartir su tiempo, conocimientos, bienes, en definitiva, su vida. Y esto deja huella en las personas”. En Cáritas Madrid el voluntariado es lo que da sentido a nuestra acción, son voluntarios y voluntarias - más de nueve mil personas en Madrid- el corazón de la entidad y de las comunidades parroquiales, quienes hacen latir nuestro valor social y solidario.

“Tú, Carlos, eras especial, especialmente buena persona. Has partido para encontrarte con el Señor y ya descansas en Paz. Echaremos infinitamente de menos encontrarte por el pasillo de Vicaría, tus gestos de cariño, las charlas sobre la importancia de la familia, los amigos, la oración compartida ... pero tu esencia permanecerá entre nosotros y tu trabajo y cariño hacia los demás seguirá siendo un ejemplo para tus compañeros. Damos gracias a Dios por haber tenido la oportunidad de conocerte y poder agarrar tu mano en el desempeño de nuestro compromiso para sostener esperanza”.

Carlos con su hacer y su entrega “ha sido la mejor manera de entender la solidaridad y de expresar la misión de la Iglesia de servir a las personas más vulnerables ofreciéndoles aliento para salir adelante”.

En nombre de Cáritas Madrid, y de compañeros y compañeras de Cáritas Vicaría I “nos unimos a tu familia en estos momentos de despedida; en la Vicaría I estamos orgullosos de tu dedicación y generosidad, y siempre estarás en nuestros corazones”.