El Buen Pastor da su vida por sus ovejas

Lecturas del Cuarto Domingo de Pascua:  Hch 4, 8-12; Sal: 117; 1Jn 3, 1-2; Jn 10, 11-18.

Cáritas Madrid. 22 de abril de 2018.- Seguimos celebrando y viviendo este tiempo de Vida y de Resurrección. Hoy quizás sea un domingo un tanto especial: el día del  Buen Pastor, una invitación a recuperar las ganas de vivir si las teníamos un tanto marchitas por causa de tanto problema social, eclesial o por nuestros propios achaques.

Continuamos escuchando a los discípulos. Pedro contesta a quienes cuestionan las actuaciones en nombre de Dios. La respuesta a las autoridades en nombre de Dios. La respuesta a las autoridades judías supone un paso en la explicación del Nombre de quien es fundamento en todo. Hay así un argumento contundente. Todas sus argumentaciones están bañadas de experiencias vividas.

Pedro, como el resto de los discípulos, como nosotros, relata un presente vivencial que lo entiende como don y como misión. Vivir la resurrección de Jesús es un regalo que lleva a la misión, tarea del buen pastor. La misión es mostración que nuestro presente tiene futuro y que a su vez el presente es vivir la esperanza y el futuro.

Jesús es el buen pastor y el pastor bueno. Da, ha dado, su vida por nosotros. No ha actuado como un asalariado. Se presente lleno de bondad. Tiene una generosidad que nos desborda. Ahora podemos entender mejor nuestra misión: transmitir la bondad de Dios y la nuestra. Lo podemos hacer con palabras y con el compromiso cotidiano.

Es tiempo para descubrir que la vida no es competir, sino colaborar y servir, desvivirse y dar vida. Y descubrirlo en torno a la mesa de los hermanos.