El Arzobispo en el Domingo de Ramos: «Pon rostros a la Cruz, sólo entonces comprenderás que la Semana Santa está viva»

Recordando lo que la Iglesia celebraba en este día, la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén, el cardenal Cobo en su homilía recuerda la entrada de Jesús, un día como hoy. «Todos entraban juntos a la ciudad Santa. Le aclamaban», pero todo cambio y «le entregaron aquel día el ramo, pero aquel Domingo de Ramos no le entregaron el corazón«. «Las que fueron palmas se convierte en dagas, que se alzan al grito de “Crucifícalo, crucifícalo”». «Las mismas manos y las mismas voces primero arropan a Jesús y al poco contribuyen a su muerte» relata el Cardenal. 

«Fue un día como este donde comienza la salvación de todos nosotros. Incluso de los que matan y de los callan». Insiste que «un día como hoy comienza un gran juicio, el gran juicio de amor a cada uno de nosotros». Nos dice «Esta Pasión es por ti, por ellos y por mi». El Arzobispo nos invita a «dar un salto de fe» que supone «un salto de confianza en el Señor, donde quiera llevarnos, donde nos espera en este momento concreto de la vida, aunque sea en las periferias o ver cuerpos rotos». Insiste que tenemos que atrevernos a dar un salto para pasar de ser entusiastas lejanos a seguidores, es decir «dejar de ser espectadores de Cristo, decirle que esta Semana Santa queremos ser más cristianos, un salto a tomar en serio la Pasión de Jesucristo». Nos invitó a poner rostros a la Cruz, porque «Sólo entonces comprenderás que la Semana Santa está viva»

El Cardenal quiso terminar su predicación invitándonos a fijar la mirada en María «Como María aprendamos a mirar hasta el final para no perdernos el gran encuentro con el Resucitado». «Buen camino de Semana Santa», concluyó.