"Dichosos los que creen sin haber visto"

Lecturas del Segundo Domingo de Pascua:  Hch 4, 32-35; Sal: 117; 1Jn 5, 1-6; Jn 20, 19-31.

Cáritas Madrid. 8 de abril de 2018.- Los textos escuchados son conocidos por nosotros. Por eso deben calar en nuestras vidas como lluvia fresca, constante y penetrante. Aquel primer día de la semana fue un día clave para los primeros discípulos. Empieza todo un movimiento interior reflejado en la vida comunitaria. Jesús resucitado regala a los discípulos. Jesús resucitado regala a los discípulos, a los primeros discípulos y a nosotros, las primicias de su Pascua: la paz, el Espíritu Santo, el perdón de los pecados...

Quienes hicieron el proceso de descubrir a Jesús como el Señor vivieron en comunidad. Hicieron comunión. Una comunión espiritual y también relacional, humana. Era la forma de vivir lo experimentado.

Con la intensidad personal-individual y comunitaria-colectiva los apóstoles daban testimonio de la resurrección de Jesús. Hoy también lo podemos hacer. Podemos vivir en nuestras comunidades con la misma intensidad que se describe en el Libro de los Hechos de los Apóstoles. Podemos vivir en nuestro interior un realismo de fe, reflejo de la vida, muerte y resurrección de Jesús. No olvidemos dar testimonio. Nuestro mundo, nuestra sociedad, necesita testigos del Evangelio.

Estos domingos de Pascua somos convocados para ir poco a poco digiriendo la experiencia, la novedad, la alegría desbordante, la paz y esperanza que provoca.

El Señor quiere limpiar nuestras antenas, purificar el dial receptor de nuestro corazón para que una vez conectados con Él,  sepamos captar sus ondas en la vida.