Cuidamos el planeta para combatir la pobreza

En Cáritas Vicaría VI nos hemos convocado para reflexionar en torno a la “Laudato si” para acoger con humildad sus enseñanzas y comprometernos en esta Cuaresma

Cáritas Madrid. 28 de marzo de 2019.- En los locales de la parroquia de San Hilario de Poitiers hemos celebrado una jornada matinal, abierta a todos los voluntarios de Cáritas Vicaría VI, en la que nos hemos reunido en torno a la “Laudato si”.

En un primer momento hemos orado al Creador dando gracias por la obra de sus dedos, cantando “Señor Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la Tierra”.

Posteriormente hemos escuchado a la religiosa Mercedaria, Ana Isabel González Díez, con atención e interés creciente. Nos ha ayudado a descubrir ese maravilloso Capítulo 2 de la “Laudato si”, ese Evangelio de la Creación.

Hemos escuchado el discurso del Señor en el libro de Job mostrando la naturaleza de la que formamos parte como un hijo más, no como dueños y señores que  pueden hacer con ella lo que les parezca.

La madre naturaleza a la que debemos amar y cuidar, porque descubrimos que hay una íntima conexión entre la destrucción ecológica y la degradación de la vida de los más pobres. Cuidar el medioambiente es una cuestión social, de opción por los descartados.

Entre la vida y la felicidad y la muerte y la desgracia se nos propone escoger la vida.

A continuación hemos pasado a trabajar por grupos, para conseguir, mediante una dinámica, reflexionar y poner en común las respuestas a estas preguntas:

¿Qué inplicaciones tienen nuestros hábitos de vida y actitudes en el deterioro del planeta y de las condiciones de vida de los empobrecidos?

¿Cómo podemos trabajar para mejorar esta situación?

También, cada uno de los presentes ha manifestado cuál es su respuesta ante la llamada de todo lo reflexionado, qué compromiso o qué actitud. Sintetizado en unas pocas palabras.

Hemos continuado con una reflexión sobre el Mensaje de Cuaresma 2019 del Papa Francisco, en el que se nos recuerdan las palabras de San Pablo: “La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios” (Rom 8,19).

Una sencilla oración contemplando en una diapositiva proyectada en la pantalla de la sala una maravillosa vista de nuestra querida madre Tierra realizada desde la Luna ha puesto fin a esta jornada, de la que todos hemos salido con una nueva pequeña luz en nuestra mente y en nuestro corazón.