Cuando un amigo se va… queda un espacio vacío

Mª Jesús, después de una dilatada trayectoria en Cáritas Diocesana de Madrid, en la que siempre ha mostrado su simpatía y su arrolladora personalidad, se jubila este mes de diciembre en nuestra Vicaría III.

Muchas de las personas que la hemos tratado durante estos años quisimos demostrarle nuestro cariño y agradecimiento por su forma de ser y por su forma de trabajar, siempre ilusionada y con una sonrisa, asistiendo al concierto de Adviento que ella misma ha organizado con gran mimo para la Vicaría, como despedida de su etapa laboral.

El coro ALDEBARÁN, coral con más de 35 años de actividad musical, nos ofreció una magnífica selección de villancicos de diversas épocas y procedencias, en la que no faltaron algunos tan conocidos como “Adeste fideles” o “Noche de Paz”.

El propio desarrollo del concierto, todo un éxito, sin fallos; y la numerosa asistencia al mismo, así como las diversas muestras de aprecio hacia Mª Jesús que fui comprobando en los asistentes, me hicieron ver lo mucho que se va a notar su ausencia, y dos canciones muy distintas en su estilo, pero muy unidas entre sí por su tema, me asaltaron de pronto y se me agolparon junto con los villancicos que acabábamos de oír. “Cuando un amigo se va” de Alberto Cortez, y “Algo se muere en el alma” de Los del Río, empezaron a resonar mezclando sus ritmos y sus letras en mi cabeza:

“Cuando un amigo se va
Queda un espacio vacío
Que no lo puede llenar
La llegada de otro amigo”
---- O ----
“Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va
Y va dejando una huella que no se puede borrar” 

Gracias a Dios, Mª Jesús no nos deja del todo, y por supuesto que la esperamos más adelante como voluntaria en la que ha sido su casa durante tantos años, pero lo cierto es que vamos a echar mucho de menos no tenerla todos los días en la Vicaría III.