Compartir arte, es compartir con otros una mirada nueva de la propia vida

Así lo entienden en el Hogar Isaías, un proyecto de Cáritas Diocesana de Madrid, donde conviven personas mayores de 55 años que no tienen un hogar y a quienes le cuesta encontrar un empleo o tejer redes de apoyo.

Por eso, pese haber pasado momentos de desesperanza, donde la vida y el futuro se pintan de negro, ahora pueden convivir bajo un mismo techo, compartir inquietudes y paseos, y ver la vida con una mirada nueva que dibuje esperanza.

En referencia a esta forma de poner color en sus vidas, y de afrontar el momento que viven como algo bueno, hermoso incluso, se ha organizado en el Hogar una actividad simbólica. Se ha tratado de un taller sobre pintura, arte y artistas que plasmaron sus emociones a brochazos de color. El valor de eta actividad es que ha sido organizada por las personas que residen en el Hogar Isaías, y que ha sido Nacho, uno de los residentes, quien ha impartido la sesión. 

“Gran amante de la simbología de la pintura, ha favorecido que sus propios compañeros se enriquezcan de estos conocimientos”, nos dicen desde el Hogar. A través de curiosidades retratadas en obras maestras de la pintura como 'Las meninas' de Velázquez, han podido reflexionar sobre sus propias emociones.

Así por ejemplo, el cuadro 'Nighthawks' de Edward Hopper, les ha hablado de la soledad – tan bien plasmada en el  lienzo-, de la soledad en una gran ciudad, en una situación cotidiana, que les ha transportado a la situación que viven muchas personas mayores, que como ellos, se vieron un día abocados a la soledad menos querida, la no deseada.

Estas actividades motivan a las personas del Hogar, despierta en ellas interés por conocer, por seguir aprendiendo, y les devuelve una mirada nueva sobre ellos mismos: es posible entre las sombras ver luces.