Cáritas somos todas y todos

Sacerdotes y voluntarios de sensibilización para la comunicación reflexionan sobre la animación en Cáritas Vicaría II.

Cáritas Madrid. 17 de abril de 2018.- Cáritas tiene una riqueza de agentes que la configuran que merece la pena que haya espacios donde estos se sienten y reflexionen desde la mirada y funciones que trabaja cada uno, para tejer solidaridad cada día y así apoyarnos unos a otros y enriquecer el tesoro espiritual institucional y nuestra estructura organizativa.

Así hemos hecho en la Vicaría II, en donde los curas que coordinan Cáritas en los barrios se han sentado junto con las personas voluntarias del equipo de comunicación para la sensibilización. El objetivo ha sido dialogar y escucharnos sobre dificultades y avances desde la línea común de dinamizar la dimensión comunitaria de Cáritas y así ir entusiasmándonos dibujando qué Cáritas queremos vivir y desarrollar en los grupos y Comunidades. Estos son los contenidos que salieron:

Para empezar la escucha, presentamos el marco de partida: el documento de criterios prácticos para dinamizar la Cáritas parroquial y en concreto, el perfil y tareas del voluntario parroquial de sensibilización, para no perdernos en reflexiones abstractas. El diálogo fue plural y tocando varios temas; todo ello fundamentado desde el proceso de la Caridad:

-Somos los mismos en todo. La Comunidad parroquial tiene sus rigideces estructurales y unas formas y procedimientos que llevan mucho tiempo instaladas e interiorizadas. El equipo de acogida tiene su gente, sus horarios, el ropero, etc. ¿Más tareas a los de siempre? Ni todo lo hace uno solo ni todos hacen todo. Repensemos y actualicemos la estructura de la Cáritas parroquial.

-La necesidad de tener un equipo parroquial de campañas sociales, no solo las de Cáritas. Esto daría una línea de sensibilización conjunta y transversal a la vida parroquial.

-Los avisos e informaciones de Cáritas deben darlos los voluntarios. Los curas estamos en todo y a veces en nada.

-Tener consejos pastorales operativos y funcionales es crucial para la vivencia de la Caridad.

-Escuchar a los laicos nos ayuda como curas y la recíproca. A veces los laicos no quieren asumir responsabilidades ni compromisos estables y duraderos en el tiempo. Todo es muy coyuntural y líquido.

-La función de animación es apasionante pero desalentadora.

-La solución no es presionar a los equipos de voluntariado ya existentes, tampoco es presionar al párroco. Necesitamos dialogar, escucharnos y motivarnos unos con otros.

- A perfiles nuevos, personas nuevas o reparto de tareas en equipo.

- La sensibilización no se puede imponer; si se impone, no es sensibilización.

-¿Puede haber puntos de encuentro entre curas más reacios a cosas de Cáritas y voluntarios que Cáritas es lo único importante en la parroquia?

-Tú, párroco o voluntario, si no puedes con una tarea, delega.

-Los encuentros vicariales de consejo pastorales parroquiales son una plataforma ideal para llevar estos temas.

-Voluntario, yo cura, te pido que me re-ilusiones con las cosas de Cáritas, pero no me avasalles o me regañes. Y al revés.

-La vivencia de la Caridad en una Comunidad Cristiana va más allá de la Cáritas institucional u organizativa.

-Hace falta generar una sintonía cómplice, un caldo de cultivo previo entre cura y voluntario de sensibilización.

-Hacen falta nuevos lenguajes, nuevos contenidos, gente comprometida, cuestionadora y responsable. Renovación y ensanchar estructuras.

-A los curas nos viene desde el Obispado, muchas sugerencias, procedimientos, normativas que a veces nos cansan y cansan a la gente.

-Lo mejor de la Iglesia, hoy por hoy, es la pastoral social y caritativa.¡¡Aprovechemos los signos de los tiempos!!

-¿Qué aparece en nuestras programaciones pastorales?

-Resistencias: también hay laicos con una visión muy clerical de la Iglesia.

-Hacer comunicados más cortos, al final de la Misa la gente desconecta. Comunicados más mordientes, que interpelen y cuestionen.

Expresamos nuestra gratitud al equipo de sacerdotes coordinadores y al equipo de comunicación de Vicaría, que posibilitaron este diálogo y escucha activa; supimos escuchar la verdad del otro y cómo se siente. La Caridad así expresada es un valor a cuidar y a comunicar. Merece la pena.