Cáritas sale de sí misma para ser ella misma

“Cáritas sale de sí misma para ser ella misma” (Sor Josefina Salvo)

“DESCUBRAMOS valores, metas, objetivos y métodos de esta jornada misionera que siempre será nueva, porque nuevo es el mandamiento que queremos encarnar”. Nos lo recordaba sor Josefina, quien ha sido memoria viva de Cáritas Madrid y abanderada del Día de Caridad. Ella nos dejaba estas palabras para recordarnos que, pese a que han pasado 63 años, debemos seguir celebrando como el primer día, con la ilusión de poner una mirada nueva en lo que hacemos, sin olvidar lo que somos.

El café caliente sobre la mesa impregna las primeras pinceladas de la Caridad: calor y calidez. En torno a él nos reunimos equipos de comunicación y sensibilización y de las delegaciones de cada vicaría. Rostros amigos que coinciden año tras año, a lo que se suman rostros nuevos. Se trata de ver lo que hemos hecho para valorar con qué nos quedamos e indagar en nuevas formas de hacer que nos acerquen más a las personas.

En estos espacios hay lugar para la autocrítica. Aquello que hacíamos 20 años atrás ya no funciona. El acompañamiento que ofrecemos ahora va más allá de lo asistencial, atrás quedó el reparto de leche en polvo de posguerra; hemos pasado a acompañar en procesos formativos para encontrar empleo, a ofrecer espacios de desarrollo personal y autonomía o a facilitar el acceso a una vivienda. Con las nuevas tecnologías y los nuevos hábitos, surgen también nuevas formas de pobreza; tenemos que hablar de brecha digital y facilitar el acceso a los recursos digitales de las familias vulnerables.

También ha cambiado la forma en la que las personas colaboran. Existen nuevas actividades de voluntariado, como el voluntariado administrativo, de acompañamiento, en formación… Y nuevas formas de donar; pocas personas llevan ‘algo suelto’, tiramos de tarjetas o móviles, de números de cuentas y Bizum.

Y las soleadas calles de Madrid en junio, aunque deberían invitar al paseo, son para las personas inmersas en el ajetreo del día a día un continuo ir y venir, un lugar solo de tránsito donde cuesta pararse más de un minuto.

¿Cómo entonces hacernos presentes y visibles? ¿Cómo hacer que nos escuchen? ¿Cómo lograr que más personas jóvenes se sumen? ¿Cómo extendemos la caridad? Estas cuestiones se debaten también en estas primeras reuniones de planificación y organización del Día de Caridad.

Las respuestas son diferentes cada año, pero la ilusión es siempre la misma. Toca buscar cómo decirlo, cómo sumar personas y cómo preparar nuestra salida.