Cambiar de armario... ¡y de mentalidad!

La fast fashion, moda rápida , es una de las industrias más contaminantes; utiliza millones de litros
de agua, vierte toneladas de desperdicios al mar y genera grandes emisiones de carbono. El lavado de la tela, imprescindible para la fabricación textil, produce el vertido de quinientas mil toneladas de micro plásticos al año en océanos. Y si la producción textil continúa, en 2050 se triplicará el consumo de petróleo: trescientos millones de toneladas para fabricar la ropa que llenará
los armarios de todo el planeta.

La globalización de las tendencias lleva a la industria de la moda a colocar millones de prendas a precios accesibles para incentivar la compra por impulso. Se fabrican grandes cantidades de ropa de mala calidad a base de explotación laboral, o incluso trabajo forzado, y con condiciones sanitarias deplorables. Solo así se puede fabricar a bajo coste y llevar a las tiendas moda low cost que gratifica instantáneamente a quien la compra, generando pingües beneficios al sector, a cambio
de prendas que acaban rápido en la basura.

No solo es problema, o responsabilidad, de las industrias textiles, se trata de la responsabilidad individual, debemos replantearnos qué y de qué manera consumimos. Antes de comprar ropa, tómate un momento para reflexionar dónde y cómo fue fabricada, materiales
que se utilizaron, si de verdad la necesitas, si sobrevivirá al próximo cambio de armario. Cambiemos de armario, sí, pero también de mentalidad y de hábitos, está en juego nuestro planeta.

¿Y qué hacer cuando elijamos la ropa de temporada? Podemos, por ejemplo, reutilizar ropas de la temporada anterior; también podemos en el lavado separar por colores y poner la lavadora cuando esté completamente cargada, así cuidamos los tejidos y ahorramos agua. Si quieres estar ‘a la moda’, puedes poner en práctica tu creatividad, y customizar las prendas para adaptarlas a
las nuevas tendencias. Otra cosa importante, elige bien lo que compras, mejor que sea algo duradero que de un solo uso. Y otra opción es adquirir ropa de segunda
mano, sostenible o fabricada bajo criterios éticos.

Las tiendas de ropa de segunda mano Moda re- son un ejemplo de economía solidaria y sostenible, que nos permite consumir con responsabilidad. La ropa que se pone a la venta se recoge a través de los más de 250 contenedores que Cáritas Madrid tiene distribuidos por el territorio; estas prendas se clasifican e higienizan previamente. Gracias a este proceso, en el último
año se han reutilizado 95 000 prendas, esto representa un ahorro de más ocho mil toneladas de CO2. Asimismo, al tratarse de una empresa de inserción, cada camiseta que compras genera siete minutos de empleo social. Apostar por Moda re- es apostar por un cambio de armario con la cabeza puesta en la moda, la sostenibilidad y la inclusión.