Ahmed o la furgoneta de la 'solidaridad' de Cañada

Pelo cano y gafas. Lo vemos de aquí para allá por los caminos sin asfaltar, e incluso sin iluminar, de la Cañada. Es Ahmed, aunque muchos de sus vecinos y vecinas le llaman Jaime, que es más fácil de pronunciar.

Lleva en Cañada más de 25 años, lo suficiente para haber presenciado la construcción de la M50 o el derribo de una iglesia muy grande. Ha formado una familia con cinco hijos, de los cuales algunos han volado lejos de este sur de Madrid. Pero él se ha quedado en la Cañada Real.

“No tengo problemas con nadie”, nos dice. Y es verdad. Persona dispuesta y entregada, colabora a veces con el comedor de la parroquia de Santo Domingo de la Calzada de Cañada poniendo su furgoneta a disposición del vecindario. A punto ya de jubilarse, trabaja “llevando gente” en su furgoneta.

Lleva a trabajadores como él. Lleva a madres. A jóvenes que no tienen otra forma de moverse a la ciudad con luz. En su furgoneta transporta el cariño hacia las personas con las que comparte calle, penas y alegrías. Lleva un saludo de buenos días a quien se montan. Lleva sonrisas, alguna noticia. Y también transporta en su furgoneta, humilde y modesto, la caridad; y es que a veces los viajes o no los cobra o adapta sus precios. Él sabe dónde se mueve, dice.

Personas, mes a mes

Este perfil forma parte de los diferentes perfiles que se han elaborado de vecinos y vecinas de Cañada, para ilustrar un calendario con el que la Parroquia de Santo Domingo de la Calzada rinde homenaje a las personas que viven o han vivido en el sector 6 de la Cañada Real Galiana. Hombres y mujeres de distintas edades, procedencias, culturas y credos que luchan cada día por salir adelante, por construir un futuro mejor, por superar las dificultades que implica residir en un lugar sin luz, sin transporte público y sin servicios básicos, donde sin embargo la vida florece.

Al igual que Jaime, otras once personas han abierto las puertas de sus casas y de sus corazones al equipo encargado de preparar el calendario, con el que, además de prestarles su imagen, han compartido en una conversación distendida sus recuerdos, sus ilusiones y sus sentimientos.