El obispo auxiliar de Madrid, Vicente Martín, en la Vigilia de Oración contra la trata de personas: «Tenemos que evitar a acostumbrarnos a la injusticia»

Pilar Algarate 12 de Febrero de 2025

La capilla de la parroquia de Nuestra Señora de las Angustias acogió este miércoles la Vigilia de Oración contra la Trata de Personas, organizada por la Comisión Diocesana contra la Trata. Presidida por el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Vicente Martín, la celebración reunió a numerosas personas comprometidas con la erradicación de esta «lacra social» a través del «compromiso, la esperanza y la acción».

Entre las personas participantes se encontraban personas de diversos proyectos de Cáritas diocesana de Madrid, como Nazaria Baja a la Calle, el Hogar Santa Bárbara, Concepción Jerónima, San Felipe Neri, UACI y el centro residencial Sínodo 2005. Durante la vigilia se escucharon testimonios de mujeres que han sobrevivido a la trata y la explotación en diferentes partes del mundo, como Rani, víctima de matrimonio forzado en Australia; Praise, de Nigeria, víctima de explotación sexual; Agani, migrante filipina explotada laboralmente; y María, de Colombia, víctima de explotación tanto laboral como sexual. «Agradecemos el esfuerzo de tantas organizaciones que caminan junto a las supervivientes», afirmó el obispo auxiliar.

«El Evangelio es buena noticia para quienes sufren»

En su homilía, monseñor Vicente Martín recordó que la misión de Jesús fue anunciar la buena noticia a los pobres, un compromiso que la Iglesia debe continuar hoy: «Dios nunca es indiferente ante el sufrimiento de las personas. Jesús fue enviado para dar esperanza, abrir caminos de justicia y construir el Reino del Amor y de la Vida». También insistió en que el Evangelio solo es auténtico si se traduce en gestos concretos: «Nos empezamos a parecer a Jesús cuando nuestra vida, nuestra manera de actuar, nuestro amor hecho cercanía pueden ser captados como buena noticia por quienes sufren».

Ante el drama de la trata de personas, el obispo animó a los asistentes a reflexionar sobre cómo alimentar la esperanza en quienes viven atrapados en esta «forma moderna de esclavitud». En este sentido, recordó las palabras del papa Francisco, quien llama a ser «embajadores de la esperanza», caminando junto a las víctimas y no solo por ellas: «Tenemos que evitar acostumbrarnos a la injusticia. No podemos permitirnos caer en la impotencia ante problemas tan grandes».

Un gesto simbólico de compromiso

La vigilia concluyó con un gesto de compromiso en el que los asistentes encendieron una vela y escribieron en un papel con huellas dibujadas un compromiso personal para luchar contra la trata. Monseñor Martín destacó que «cada gesto de cercanía, cada escucha y cada mano tendida son sacramentos de esperanza» y recordó su primer encuentro con víctimas de trata en Canarias, donde descubrió que la esperanza se abre paso incluso en medio del sufrimiento: «Estoy con vosotras, no tengáis miedo».

Con la intercesión de santa Josefina Bakhita, patrona de las víctimas de la trata, la comunidad reunida pidió fuerzas para seguir caminando juntos en defensa de la dignidad humana y los derechos de quienes sufren explotación y abuso. «Cada huella es un paso hacia la justicia, la dignidad y la esperanza», concluyó el obispo.

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