«Una Iglesia que acoge, sirve y ama»: el sueño de Santa Nazaria Ignacia que sigue vivo cien años después
18 de Octubre de 2025Un siglo de vida y misión
Con una Eucaristía de Acción de Gracias celebrada este sábado 18 de octubre, en la iglesia de San José (calle Alcalá, 43, Madrid), las Misioneras Cruzadas de la Iglesia conmemoraron el Centenario de su fundación, dando gracias a Dios por cien años de servicio, entrega y compromiso misionero. La celebración estuvo presidida por monseñor Vicente Martín, obispo auxiliar de Madrid.El templo elegido tiene un significado especial para la congregación, ya que allí fue bautizada santa Nazaria Ignacia March, fundadora de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, y donde puede venerarse desde hoy la imagen de Nazaria, signo de su presencia viva en la historia de la
“Una Iglesia servidora, que acoge, ama y perdona”
Durante la homilía, monseñor Martín recordó el testimonio de esta mujer que soñó con «una Iglesia servidora de todos, que acoge, ama, perdona y se abre a las periferias», y animó a las hermanas a «seguir siendo reflejo vivo del Evangelio, transparentando la bondad y la misericordia de Dios con las personas más necesitadas».
El Obispo subrayó que anunciar el Evangelio hoy exige hacerlo «con la palabra y el testimonio», siendo Buena Noticia en medio del mundo. «Nuestra responsabilidad es dejar que la luz de Dios alcance a todas las personas, especialmente a quienes más sufren, a quienes necesitan cercanía, ternura y esperanza» afirmó.
El Evangelio hecho vida
En su mensaje, destacó también la invitación del papa León XIV a encarnar el Evangelio en la vida concreta mediante «actos de cercanía, justicia y servicio hacia las personas más vulnerables». «El cuidado de quienes sufren, no es solo un deber, sino un camino de santificación personal que nos llama a estar al lado y del lado de quienes viven en pobreza o exclusión» recordó monseñor Martín. Dirigiéndose a las Misioneras Cruzadas, las animó a seguir fieles al carisma recibido de santa Nazaria Ignacia: «Dios sigue actuando con amor infinito en el corazón de cada persona. Vosotras estáis llamadas a ser signo de ese amor en el mundo, expresión de una Iglesia pobre y para los pobres, que se hace cercana y servidora».
Memoria agradecida
Al final de la eucaristía, Aurelio Carrasquilla, vicario episcopal para la Pastoral Caritativa y Social de la Diócesis de Getafe, compartió unas palabras de agradecimiento y memoria agradecida. Recordó que su vocación nació en uno de los colegios fundados por la Madre Nazaria, y destacó cómo su testimonio ha marcado la vida de muchas personas.
Subrayó que este carisma es don de toda la Iglesia, vivido por religiosas, laicos, jóvenes y sacerdotes que encuentran en Nazaria inspiración para su servicio. La recordó como una mujer valiente, pobre y obediente, profundamente unida a Cristo y a los más vulnerables. «Quien ama a los pobres ama a la Iglesia —afirmó—, y quien ama a la Iglesia se desvive por los pobres».
Presencia viva en la misión de Cáritas Madrid
Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia forman parte de la misión de Cáritas Diocesana de Madrid, acompañando a chicas jóvenes de entre 18 y 26 años en su proceso de crecimiento personal, autonomía y fe. Con su presencia y testimonio, encarnan el espíritu de servicio y esperanza que inspiró a santa Nazaria, favoreciendo espacios de acogida, formación y comunidad para jóvenes mujeres que buscan construir un futuro con sentido.
Gratitud y esperanza
La celebración concluyó con un profundo agradecimiento a Dios por la historia viva de la congregación y por todas las personas que, a lo largo de este siglo, han hecho posible su misión evangelizadora al servicio de quienes más lo necesitan.