Santa Bárbara: un hogar común para madres donde se respira vida y confianza

Cáritas Madrid 28 de Septiembre de 2021

Un hogar es un lugar seguro. Donde se comparte y se da amor. En un hogar se respira paz. Es un lugar donde se acepta y se comparte sin juzgar. Donde nos quitamos las zapatillas para ponernos cómodos. Y nos sentimos cómodos. Y a veces, se oyen voces de niños. Y otras, se huele a comida recién hecha. 

Un hogar es un lugar seguro. Donde se comparte y se da amor. En un hogar se respira paz. Es un lugar donde se acepta y se comparte sin juzgar. Donde nos quitamos las zapatillas para ponernos cómodos. Y nos sentimos cómodos. Y a veces, se oyen voces de niños. Y otras, se huele a comida recién hecha. 

 

Cáritas Madrid. 28 de septiembre de 2021.- Pues así es el Hogar Santa Bárbara, en el que Cáritas Diocesana de Madrid ofrece a mujeres gestantes, o que acaban de ser madres, un hogar en común junto a otras mujeres en la misma situación. Es este uno de los recursos para mujeres en situación de vulnerabilidad que, a punto de vivir una de las experiencias más significativas de su vida, como la de ser madre, se encuentran sin una vivienda y sin recursos para hacer frente a la situación que les llega. 

 

La mayoría de ellas son mujeres migrantes. Vinieron a nuestro país con la ilusión de mejorar sus vidas, de encontrar nuevas oportunidades. De hecho, en los primeros meses o años tras sus llegadas, así suele ser. La mayoría coincide en que se sintieron bien recibidas y acogidas. Hasta que al quedarse embarazadas, o tras el embarazo, pierden los empleos precarios qutenían.

 

Esta nueva etapa vital las coloca de nuevo en una situación vulnerable. A la situación de migración se une la de sinhogar. Esta etapaque debiera de ser de esperanza e ilusión se torna dura y desesperanzadora. ¿A dónde ir cuándo no tienes lazos familiares? ¿Cuándo no tienes ni casa ni trabajo? ¿Cómo volver si no tienes recursos? 

 

Mimos y acompañamiento para salir adelante junto a sus bebés y recuperar la confianza en sí mismas 

En el Hogar hay 11 plazas para futuras madres o madres primerizas, hasta que sus bebés cumplen seis meses de vida. Ese es el tiempo que pueden permanecer en Santa Bárbara, por el que ya han pasado casi 200 mujeres. La asignación de una plaza se hace tras una valoración previa de su situación socio económica y psicológica, y suelen llegar al Hogar de la mano de alguna persona de referencia del arciprestazgo o de las Cáritas parroquiales derivadas de otros recursos sociales. Y que este proyecto forma parte de la Red de Residencias Maternales en la Comunidad de Madrid. 

 

Sin red familiar o social y sin ingresosAsí llegan. Por eso el primer objetivo es garantizarles una vivienda digna para afrontar el embarazo, el parto y los primeros meses de crianza; donde se sientan protegidas y tengan los servicios básicos, para poco a poco trabajar en su propia autonomía.  

 

Durante su estancia en el Hogar se las mima y acompaña, y se les da la bienvenida a sus bebés en un ambiente de amor y respeto.  Las acompañan personas voluntarias, psicólogas, trabajadoras y educadoras sociales y un grupo de religiosas de la Congregación Amistad Misionera Cristo Obrero (AMICO) que forman el equipo de vida; a ellas las mamás las llaman sus ‘madres’, son quienes conviven con ellas para apoyarlas en el cuidado y en el vínculo afectivo con los bebés, la organización y la distribución de tareas en la casa, y para animarlas a participar en talleres y actividades de desarrollo personal. 

 

De esta manera se van preparando para su salida. Para que lo antes posible normalicen su situación, busquen un empleo y sean capaces de recuperar su autonomía y la confianza en ellas mismas. 

 

Nazaret, Delia y Luz nos reciben en el Hogar 

Las puertas del Hogar Santa Bárbara se abren para mostrarnos un poco de esas nuevas vidas que se respiran dentro. Han nacido tres nuevos bebés, y pronto pueden que lleguen otros. 

Aunque nos aseguran, llegan con ansiedad y tristeza, en el Hogar encuentran paz y calma. En esto coinciden las tres mamás que nos reciben. Ademásdicen haber encontrado una familia, porque hay buena armonía entre ellas y se apoyan mutuamente. También coinciden en lo sinceramente agradecidas que están con la oportunidad que les han dado, y en que tras meses de sentirse perdidas, empiezan a recuperar la esperanza y las ganas de luchar. 

 

Las situaciones personales de cada una de ellas hasta llegar a Santa Bárbara han sido diferentes, así como el estado de ánimo. Pero ahora comparten el mismo punto de partida para empezar de nuevo, y han sembrado una lección de vida que les dejarán a sus hijas: 

 

 “Aunque la vida nos ponga en circunstancias difíciles podemos salir. Todos los días comienzan de nuevo”; “Que nada te detenga, que llegues donde quieras llegar, y que no te avergüences de pedir ayuda”; Has dado luz a mis días”. Así quedan resonando sus mensajes. 

En esta ocasión son Nazaret, Delia y Luz, pero son muchas las mujeres que pasan por el Hogar cada año.  

 

TESTIMONIOS

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“Para mí esto no es un recurso, es un hogar, donde hay serenidad”

“A partir de aquí todo será ir a mejor”

“He tenido la suerte de dar con buenas personas”

 

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