QUINTO DOMINGO DE CUARESMA: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra»
Pilar Algarate 6 de Abril de 2025Quinto Domingo de Cuaresma Jesús, a la mujer adúltera: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».
Lecturas del día: Lectura del libro de Isaías (43,16-21). Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,8-14). Evangelio San Juan (8,1-11).
El evangelio de este quinto Domingo de Cuaresma nos invita a reflexionar sobre la facilidad con la que podemos juzgar a los demás. Desde nuestra “torre” de criterios psicológicos o morales, solemos etiquetar a las personas: pobres, marginados, migrantes, prostitutas... Sin embargo, hoy el evangelio nos llama a derribar esos estereotipos y mirar a los ojos de nuestros hermanos, reconociendo que todos estamos hechos de la misma esencia y somos, al igual que ellos, "imagen y semejanza de Dios" (Gn 1,26). No podemos juzgar ni condenar. No se trata solo de “ponernos en sus zapatos” y comprender su situación, sino de fomentar abrazos de misericordia que permitan devolverles sus derechos y restaurar su dignidad, a menudo quebrantada.
El pasaje de la mujer sorprendida en adulterio revela la novedad del corazón de Cristo, un corazón lleno de misericordia y comprensión. Ante las situaciones más frágiles y dolorosas, debemos preguntarnos: ¿Cómo nos comportamos nosotros? ¿Qué ofrecemos ante la postración y esclavitud de los más necesitados? ¿Cómo cultivamos la ternura y la compasión en nuestras acciones? ¿Qué herramientas utilizamos para denunciar y defender a los últimos y excluidos?
La Palabra de hoy también nos llama a abandonar los caminos de muerte y adentrarnos en los senderos de vida. El Señor nos promete abrir torrentes de agua en nuestros desiertos, pero para ello debemos dejar nuestra “zona de confort” y lanzarnos con valentía hacia un nuevo horizonte. En este camino de conversión y esperanza, el Jubileo de la Esperanza nos invita a confiar en que, al seguir a Cristo, siempre cumplirá sus promesas. ¿Estamos dispuestos a caminar con Él hacia una vida nueva? Él siempre nos acompaña y nos guía.
Lectura del santo Evangelio según San Juan 8, 1-11
Por su parte, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».
Reflexión del papa Francisco: “Una de las palabras más bonitas del evangelio que a mí me conmueve tanto: «-¿Nadie te ha condenado? -No, nadie Señor. -Tampoco yo te condeno». El Tampoco yo te condeno es una de las palabras más hermosas, porque llenas de misericordia.
Compromiso para esta semana: Mi compromiso para esta semana será practicar la misericordia y el perdón, reflexionando sobre mis juicios y buscando perdonar a quienes me han herido. Me comprometeré a ser un signo de compasión en mi entorno y a cultivar la humildad, reconociendo que todos necesitamos la gracia y el perdón de Dios.
Escuchamos la canción "Sólo el Amor" de Silvio Rodríguez para que nos ayude a la reflexión.
Lecturas de la 5ª Semana de Cuaresma
Lunes, 7 de abril. Evangelio: Juan 8, 12-20
«Yo soy la luz del mundo»
Reflexión del papa Francisco: "Pensemos en nuestros vicios, pensemos en nuestra soberbia, pensemos en nuestro espíritu mundano: todo esto nos ciega, nos aleja de la luz de Jesús. Pero si comenzamos a pensar en estas cosas, no encontraremos un muro, no, encontraremos una salida, porque Jesús mismo dice que Él es la luz, y también: “Vine al mundo no para condenar al mundo, sino para salvar al mundo” (cf. Jn 12,46-47).”
Martes, 8 de abril. Evangelio: Juan 8, 21-30
«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que “Yo soy”».
Propósito: Hoy me comprometo a renovar mi fe en Jesús como el Hijo de Dios. Reflexionaré sobre mis acciones y palabras, buscando siempre hacer la voluntad del Padre en todo lo que haga, sabiendo que Él está conmigo y no me deja solo. En cada momento de dificultad, recordaré que al seguir a Jesús, encuentro la verdad que da vida.
Miércoles, 9 de abril. Evangelio: Juan 8, 31-42
“La verdad os hará libres”
Oración: Señor, te pido que este momento de oración sea un espacio donde tu gracia fortalezca mi fe, transformándola en una fe sólida, llena de luz y acción, que me impulse a vivirla con profundidad ya compartirla con los demás. Sabes cuánto necesito este don, porque sin fe, no puedo amarte verdaderamente ni amar a quienes me rodean como Tú me enseñas. Amén.
Jueves, 10 de abril. Evangelio: Juan 8, 51-59
"Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis"
Petición: Señor, Tú que todo lo puedes, fortalece mi confianza para que mi fe sea más sincera y desinteresada. Ayúdame a dejar de lado mi ego y a entregarme por completo a descubrir y seguir tu voluntad.
Viernes, 11 de abril. Evangelio: Juan 10, 31-42
"El Padre está en mí, y yo en el Padre"
Oración: Señor, concédeme la gracia de descubrirte en lo más profundo de mi ser, ayúdame a sentir tu cercanía de una manera renovada durante esta Cuaresma. Jesús, permíteme ser más consciente de mi fragilidad como ser humano y de tu inmensa grandeza como Creador.
Sábado, 12 de abril. Evangelio: Juan 11, 45-57
«¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación».
Reflexión del papa Francisco: El Papa Francisco invita a cada creyente a reflexionar sobre cómo el miedo y el egoísmo pueden nublar nuestra capacidad para ver la verdad, y a reconocer que la cruz es el camino hacia la verdadera libertad y vida.