Primer Domingo de Adviento – Semillas de Luz

Comenzamos hoy el Adviento, un tiempo para abrir los ojos, despertar el corazón y volver a lo esencial. El Evangelio nos invita a vivir “despiertos” y “preparados”, no desde el miedo, sino desde una atención amorosa a la vida: Dios viene en lo cotidiano, en lo pequeño, en lo que germina.

Por eso este año caminamos con el lema Adviento: Semillas de Luz.

Una semilla es discreta, silenciosa, casi invisible… pero tiene en sí la fuerza de una vida nueva. Así llega Dios: como una luz pequeña que se confía a nuestras manos para que la cuidemos y la hagamos crecer.

Este domingo encendemos la primera vela de la Corona de Adviento, la vela morada, símbolo de la esperanza. Una esperanza que no nace de los discursos, sino de la vida compartida, del encuentro, de la comunidad que se sostiene unas a otras.

Y esa luz que encendemos hoy conecta con las historias que acompañamos en Cáritas diocesana de Madrid.

Nuestro vídeo de Adviento —“Semillas de Luz: la esperanza nace cuando caminamos juntos y juntas”— nos recuerda que, incluso en medio de la soledad, la inseguridad laboral, la falta de vivienda o el comienzo desde cero de tantas familias migrantes, la esperanza sigue brotando. Brota donde hay escucha, acogida, mirada, comunidad.

Hoy, festividad de San Andrés Apóstol, recordamos también su camino: él fue el primero en reconocer al Señor y en anunciarlo con alegría. Su disponibilidad nos inspira a vivir este Adviento con corazón abierto y vigilante.

El Evangelio nos dice que “el Hijo del hombre llegará cuando menos lo pensemos”. No se trata de estar tensas o tensos, sino atentos: Dios llega siempre. Dios llega hoy. Dios llega en la vida real. Y quiere encontrar en nosotras y nosotros una tierra buena donde sembrar su luz.

Encendido de la primera vela de la Corona de Adviento (Pincha para descargar)

Encendemos la primera vela, la vela morada. Es la vela de la esperanza. En ella recordamos a quienes esperan un trabajo, una compañía, una vivienda, un lugar seguro, una oportunidad para empezar de nuevo. Que esta luz nos despierte y nos prepare el corazón para recibir al Señor que viene en lo pequeño, en lo frágil y en lo humano.

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 

Mateo 24, 37-44.

Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.

Preguntas para la reflexión 

• ¿Qué semillas de esperanza necesito cultivar en mi vida en este inicio de Adviento?
• ¿Dónde descubro hoy que Dios viene “despacio”, en lo cotidiano?
• ¿A quién me invita el Señor a mirar, acompañar o sostener en esta semana?
• ¿Qué luces pequeñas veo brotar en mi comunidad, en mi barrio, en mi familia?
• ¿Qué gestos concretos puedo hacer para que alguien se sienta acompañado o acompañada?

Oración

Señor Jesús,

en este primer domingo de Adviento

enciendes en nosotras y nosotros la luz de la esperanza.

Danos un corazón despierto para reconocerte

en lo pequeño, en lo frágil, en lo que comienza.

Haznos tierra buena para tus semillas de luz:

que sepamos sembrar ánimo donde haya cansancio,

compañía donde haya soledad,

acogida donde haya miedo,

y esperanza donde la vida se ha vuelto oscura.

Acompaña nuestras comunidades

y haznos caminar juntas y juntos,

para que la luz que nace hoy

crezca, ilumine y transforme.

Amén.

Lecturas del evangelio de la semana

• Lunes, 1 de diciembre: Mateo 8, 5-11
• Martes, 2 de diciembre: Lucas 10, 21-24
• Miércoles, 3 de diciembre: Mateo 15, 29-37
• Jueves, 4 de diciembre: Mateo 7, 21.24-27
• Viernes, 5 de diciembre: Mateo 9, 27-31
• Sábado, 6 de diciembre: Mateo 9, 35; 10, 1.5a.6-8