“Nuestra misión es acompañar y cuidar, porque es parte del Evangelio y de nuestra fe” José Cobo, arzobispo de Madrid, en la presentación del Plan Pastoral con las Personas Mayores

Pilar Algarate 13 de Febrero de 2025

La parroquia Nuestra Señora del Buen Suceso acogió a más de 450 personas, el jueves 13 de febrero, en la presentación del Plan Pastoral con las Personas Mayores de la archidiócesis de Madrid, un acto que contó con la presencia del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. La iniciativa, promovida por la Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores, busca fortalecer el acompañamiento a los mayores en su vida de fe y reconocer su papel en la comunidad cristiana y en la sociedad.

El arzobispo de Madrid destacó la importancia de generar redes de apoyo entre parroquias para evitar que las personas mayores queden aisladas. “Nuestra misión es acompañar y cuidar, porque es parte del Evangelio y de nuestra fe”, afirmó, insistiendo en que la pastoral con las personas mayores no debe limitarse a la asistencia, sino que debe integrarlas activamente en la vida eclesial.

Desde la Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores, integrada por la Pastoral de la Salud y del Mayor, la Delegación de Familia y Vida, Vida Ascendente, Cáritas Diocesana de Madrid y CONFER Madrid, se insistió en que los mayores son “la memoria viva de nuestra fe y de nuestra historia”. Por ello, el plan apuesta por una respuesta pastoral en red, que fomente su protagonismo y atienda sus necesidades con una visión integral.

La parroquia, eje vertebrador de la pastoral con las personas mayores

En el encuentro, José Ignacio Figueroa, consiliario nacional de Vida Ascendente, ofreció una charla titulada “La parroquia, eje vertebrador de la Pastoral de las Personas Mayores”. En su intervención, explicó la necesidad de reforzar la acogida y el acompañamiento en las comunidades cristianas, y subrayó que el envejecimiento es un proceso con realidades muy diversas.

“No es lo mismo ser mayor con 70 que con 90”, afirmó. “Las personas jubiladas ya entran en esta etapa, pero en los años siguientes se enfrentan a la pérdida de facultades, la ausencia de seres queridos y el cambio de roles, pasando de ser cuidadores a ser cuidados”. También señaló que muchas personas mayores experimentan dificultades con la tecnología y que, en algunos casos, deben asumir el cuidado de sus nietos, lo que impacta su vida y su fe.

Figueroa destacó que la estructura demográfica de España ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. “Antes teníamos una pirámide de población clásica, pero hoy se ha convertido en un octógono: hay casi tantas personas mayores como niños”, explicó. Esta realidad, añadió, supone un desafío, pero también una oportunidad para la pastoral, ya que “somos muchos, con buena salud y durante muchos años”, lo que permite que los mayores sigan teniendo un papel activo en la Iglesia y en la transmisión de la fe.

Un plan para construir comunidad

El coordinador de la Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores, Carlos Rivas, fue el encargado de presentar las líneas principales del Plan Pastoral. En su intervención, destacó que este proyecto es fruto de años de trabajo y reflexión en la diócesis, inspirado en el Congreso Internacional de Pastoral de las Personas Mayores, celebrado en Roma en 2020, y en el documento La riqueza de los años de la Conferencia Episcopal Española.

Rivas explicó que la comisión se ha constituido con el objetivo de desarrollar una pastoral coordinada y transversal, en la que los mayores sean protagonistas. “Tenemos que pasar de atender a los mayores a integrarlos activamente en la vida de la Iglesia”, afirmó. Para ello, el plan se articula en torno a tres ejes principales:

1. Desarrollar una pastoral coordinada en toda la diócesis, con objetivos comunes y acciones unificadas.

2. Fortalecer las mesas de trabajo en las vicarías, ayudándolas a concretar y desarrollar sus proyectos.

3. Sensibilizar sobre la realidad de los mayores, promoviendo su protagonismo en la acción pastoral y fomentando su participación activa en las comunidades.

Con la puesta en marcha de este plan, la Iglesia en Madrid da un paso adelante en la construcción de una pastoral más inclusiva, donde las personas mayores sean no solo destinatarias, sino protagonistas del camino eclesial.

Teléfono Amigo

En el marco del encuentro, Mar Crespo, responsable del área de Personas Mayores de Cáritas Madrid, presentó el Teléfono Amigo, una iniciativa de acompañamiento telefónico para mayores en situación de soledad. Este servicio, gestionado por un equipo de persivoluntarias, ofrece escucha y apoyo a personas que pasan largos períodos sin hablar con nadie, incluso cuando viven en entornos familiares. “Hay muchas personas que, por dificultades físicas o falta de acceso a otros recursos, permanecen aisladas en sus casas. Saber que pueden contar con alguien al otro lado del teléfono marca la diferencia”, explicó Crespo. Durante 2024, el Teléfono Amigo ha atendido más de 500 llamadas, reflejando la necesidad de este tipo de iniciativas. Mercedes, una de las voluntarias del proyecto, compartió su experiencia atendiendo y escuchando a otras personas mayores, destacando la importancia de este espacio de apoyo y cercanía.

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