“No conviertan la casa de mi Padre en un mercado”. Domingo XXXII del Tiempo Ordinario
Pilar Algarate 9 de Noviembre de 2025En esta fiesta de Santa María la Real de la Almudena, patrona de Madrid, Jesús nos recuerda que el corazón humano está llamado a ser casa de Dios, lugar de encuentro, de misericordia, de relaciones que generan vida y no mercancía. En este evangelio Jesús denuncia todo aquello que convierte la vida en compra-venta, cálculo, interés o aprovechamiento. Jesús no soporta que lo sagrado se convierta en negocio, ni tampoco acepta que la dignidad de las personas pueda ser medida o tratada como moneda de intercambio.
En este día tan propio de Madrid, contemplamos a María como mujer que sabe custodiar la presencia de Dios, no desde el ruido, sino desde la hondura, desde el Sí que se hace vida. Ella no mercantiliza, no negocia con el amor, no pone condiciones para el encuentro. Ella es puerta abierta, ternura encarnada, madre que recibe, acompaña, escucha, reconoce y bendice.
Madrid hoy la mira como protectora y como compañera de camino. Que su mirada nos ayude a seguir construyendo una comunidad que sea espacio seguro para toda persona, especialmente para quienes viven situaciones de fragilidad, soledad o vulnerabilidad. Que no perdamos nunca la claridad de Jesús: los templos, la Iglesia… ¡pero también nuestra vida personal y social! han sido creadas para ser hogar donde Dios descansa, se hace cercano y humaniza cada vida.
Lectura del Evangelio
Juan 2,13-22
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén.
Y encontró en el templo a vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados.
Haciendo un látigo de cordeles, los echó a todos fuera del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y volcó las mesas.
Y dijo a los que vendían palomas: “Quitad esto de aquí. No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”.
Sus discípulos recordaron lo que está escrito: “El celo de tu casa me devora”.
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: “¿Qué signos nos muestras para obrar así?”
Jesús contestó: “Destruid este templo y en tres días lo levantaré”.
Los judíos replicaron: “Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”
Pero Él hablaba del templo de su cuerpo.
Cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron de lo que había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que Él había dicho.
Preguntas para la reflexión
- ¿Qué cosas en mi vida corren el riesgo de “convertirse en mercado” y necesito purificar?
- ¿Cómo puedo hacer más de mi entorno —familia, trabajo, parroquia, barrio— un hogar donde Jesús pueda habitar, especialmente para quienes están más solos o más vulnerables?
Oración
Virgen de la Almudena, Madre nuestra,
ponemos en tus manos nuestras vidas,
nuestras alegrías y nuestras penas,
nuestras familias, nuestro trabajo,
nuestras esperanzas y nuestras luchas.
Enséñanos a vivir con fe,
a caminar con esperanza
y a amar como Jesús nos enseñó.
Quédate siempre con Madrid
y con todas las personas que aquí vivimos.
Amén.