Nazaria: un hogar donde nace la esperanza
Pilar Algarate 3 de Enero de 2025
El proyecto de “Nazaria baja a la calle” abrió sus puertas a un emotivo encuentro que reunió a las jóvenes del proyecto, personas voluntarias, educadoras y la comunidad de vida. En los acogedores sofás de esta casa llena de vida, se hizo balance del año, se compartieron reflexiones profundas y se renovó la esperanza para el futuro.
Javier Ojeda, delegado de Cáritas diocesana de Madrid, acompañó a los asistentes en esta jornada especial, animándolas a mirar hacia adelante con confianza y fe. Pero la verdadera protagonista fue la luz, encendida en forma de velas que cada participante prendió mientras compartía su agradecimiento y sus deseos.
Velas que iluminan el corazón
Cada vela, una historia. Cada llama, un símbolo de gratitud y esperanza. Algunas jóvenes compartieron con emoción:
- “Doy gracias porque sé que estamos aquí para construir un futuro mejor, y porque en esta casa me siento querida y acompañada.”
- “Jesús nos da calor y esperanza, y eso es lo que quiero compartir con los demás.”
En cada palabra resonó el lema de la Campaña de Navidad: “La Navidad es estar cerca.” Porque la cercanía no es solo un gesto, sino una forma de construir comunidad y sanar corazones.
Un mensaje de paz y amor para el futuro
El encuentro también trajo inspiración al leer fragmentos del discurso de Martin Luther King, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza:
- “Me niego a creer que el hombre está tan cautivo de la noche sin estrellas que no pueda alcanzar la paz y la fraternidad.”
La jornada concluyó con una oración compartida y un villancico lleno de alegría, marcando el final de un día en el que cada llama encendida reflejó el compromiso de todos por seguir siendo luz en el camino de los demás.
Nazaria: un hogar donde nace la esperanza
En Nazaria, cada gesto de acogida, cada palabra de aliento y cada momento compartido son un recordatorio de que, juntas, las pequeñas luces individuales pueden iluminar un mundo lleno de desafíos. Este encuentro fue mucho más que un balance del año: fue un espacio de fe, gratitud y comunidad, donde todos pudieron redescubrir la fuerza de la esperanza que renueva la vida.
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