“Que seáis Belén para todas las personas que os encontréis”: Vicente Martín, obispo auxiliar, a los más de 500 personas voluntarias que reparten 300 cenas a personas sin hogar
Pilar Algarate 24 de Diciembre de 2024La tarde del 24 de diciembre, más de 500 personas voluntarias recorrieron las calles del centro de Madrid para repartir 300 cenas calientes a personas sin hogar, como parte del proyecto “Nadie sin hogar”. En esta onceava edición, el acto comenzó en la Catedral de La Almudena, donde se reflexionó sobre la situación de las personas sin hogar y la labor que realiza Cáritas Madrid.
El vicario pastoral, José Luis Segovia, destacó la importancia de atender integralmente a quienes viven en la calle y de promover políticas sociales que prevengan esta situación. En sus palabras: “La pobreza es un proceso de exclusión social que condena a las personas a vivir en la intemperie. Caridad y justicia deben ir de la mano para garantizar que nadie carezca de un hogar, alimento o reconocimiento personal.”
El encuentro también contó con la participación de Jorge García, hostelero responsable de preparar y donar las cenas. De las 500 cenas elaboradas, 200 fueron entregadas a familias atendidas por Cáritas y 300 distribuidas entre personas sin hogar. Jorge expresó su gratitud a quienes colaboraron en la preparación y distribución de las comidas, subrayando la importancia de la solidaridad en estas fechas.
La jornada incluyó una oración presidida por Vicente Martín, obispo auxiliar de Madrid, quien recordó el simbolismo de la Navidad: “Es el tiempo de la cercanía, la ternura y la compasión. Al salir a las calles, nos encontraremos con personas vulnerables que nos invitan a compartir no solo alimentos, sino también nuestra vida y esperanza.”
Finalmente, José Eugenio, coordinador del proyecto, explicó la logística del reparto y compartió la historia detrás de “Nadie sin hogar”, un proyecto que desde hace más de una década busca llevar calor, alimento y esperanza a quienes más lo necesitan.
La Casa Real también envió una carta de agradecimiento a los voluntarios, destacando su compromiso por mejorar la vida de las personas sin hogar y recordando la importancia de iniciativas como esta para construir una sociedad más justa y solidaria.
El acto no solo ofreció una cena caliente, sino también un mensaje de fraternidad y cercanía, poniendo de manifiesto el verdadero espíritu de la Navidad.