‘Nada de lo que se ama se pierde’: la Iglesia de Madrid conmemora a todos los fieles difuntos

Pilar Algarate 2 de Noviembre de 2025

En la eucaristía por la conmemoración de todos los fieles difuntos, celebrada este domingo, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, invitó a la comunidad diocesana a recordar con gratitud a todas las personas que han sembrado la fe en nuestras vidas, desde quienes acompañaron nuestra infancia y enseñanza espiritual hasta quienes han servido a la Iglesia en nuestra diócesis desde su creación.

En sus palabras, el Arzobispo subrayó que “Dios no olvida el bien que se hace. Dios no olvida lo que se ama. Nada de lo que se ama se pierde”. En este sentido, recordó especialmente no sólo a quienes hemos conocido, sino también a quienes no tienen nombre, historia o rostro en nuestra memoria comunitaria: personas abandonadas, descartadas, víctimas de guerra, de hambre o de injusticia. “Ellas también son nuestras hermanas y nuestros hermanos, y ellas también forman parte de nuestros difuntos. No hay memoria cristiana si no incluye a las personas olvidadas”, señaló.

El Cardenal insistió en que esta celebración, que este año coincidió con el domingo —día de la Resurrección— es un tiempo para reavivar la esperanza y recordar que la muerte no tiene la última palabra, sino el amor. “Cristo está vivo y por eso nosotras y nosotros también viviremos. Cada vida, por humilde que parezca, tiene un peso eterno”, afirmó.

Asimismo, invitó a poner la vida real, concreta, de nuestras familias, comunidades y amigos a la luz de la Resurrección, y a vivirla desde la misericordia y la entrega cotidiana, especialmente con las personas más vulnerables. “La vida eterna comienza ahora, cuando nuestra fe se hace acogida, cuidado, acompañamiento y amor gratuito”, expresó.

El Arzobispo concluyó poniendo esta memoria en manos de María, Nuestra Señora de la Almudena, pidiendo que su compañía nos ayude a caminar desde la gratitud, que es signo de vida resucitada.

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