Monseñor Álvarez en la Jornada de las personas Mayores: «El testimonio de las personas mayores es un regalo para toda la comunidad»
Pilar Algarate 27 de Julio de 2025El domingo 27 de julio se celebrará en toda la Iglesia la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, instituida por el papa Francisco y que este año lleva por lema: «Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza» (cf. Si 14,2). Esta Jornada, que tiene lugar cada cuarto domingo de julio en torno a la memoria litúrgica de los santos Joaquín y Ana —abuelos de Jesús—, quiere ser una ocasión para poner en el centro a las personas mayores, reconocer su valor y renovar el vínculo entre generaciones.
En Madrid, la catedral de Santa María la Real de la Almudena ha acogido esta Jornada presidida por monseñor José Antonio Álvarez, obispo auxiliar de Madrid, donde ha reunido a decenas de comunidades parroquiales, asociaciones y residencias, llenando por completo la catedral con la presencia y la alegría de tantas personas mayores. Entre quienes participaron, destacó la presencia de residentes de la Fundación Santa Lucía, que acudieron acompañadas por la Comunidad de Vida y educadoras.
La celebración ha sido convocada por la Delegación de Pastoral con las Personas Mayores —integrada por la Delegación de Familia y Vida, la Delegación de Pastoral de la Salud, Cáritas Diocesana de Madrid, Vida Ascendente y Confer Madrid— con el deseo de hacer de esta Jornada “un homenaje a los abuelos y a las personas mayores, reconociendo su papel insustituible como transmisores de fe, memoria y esperanza”.
En las palabras de bienvenida, pronunciadas por María Bazal y José Barceló, delegados de Familia y Vida, se ha subrayado la alegría de compartir esta celebración en clave diocesana y en la catedral: “Nos reunimos hoy, domingo 27 de julio, para celebrar la quinta Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores. Es una alegría inmensa poder compartir este momento con todas y todos vosotros”. También recordaron las palabras del papa Francisco: “Dios nos enseña que, a sus ojos, envejecer es un tiempo de bendición y de gracia”.
Durante la homilía, monseñor Álvarez ha invitado a “ser signo de esperanza y de fe los unos para los otros” y ha recordado que “tenemos una libertad que ninguna dificultad puede quitar: la de amar”. En referencia al mensaje del papa León XIV para esta Jornada, el obispo ha subrayado que las personas mayores son “protagonistas activos de la vida eclesial” y no solo destinatarias de cuidado. “El testimonio de quienes han vivido tanto y siguen confiando en Dios es un regalo para toda la comunidad”, ha afirmado.
La celebración concluyó con un gesto de bendición a todas las personas mayores presentes, recordando que su esperanza no solo permanece viva, sino que es fuente de vida nueva para toda la Iglesia.