Migrar para vivir: la labor de Cáritas en Marruecos y Mauritania en la ruta atlántica
Pilar Algarate 12 de Marzo de 2025En el Centro de Estudios de Cáritas diocesana de Madrid, se llevó a cabo la ponencia, en coordinación con la Delegación de Migraciones del arzobispado de Madrid, con el título “Conocer la realidad de Marruecos y Mauritania a través de la experiencia de sus Cáritas Nacionales”, en la que se abordaron los principales desafíos que enfrentan las personas migrantes en la región, con especial énfasis en la ruta atlántica. Representantes de Cáritas Española, Cáritas Marruecos y Cáritas Mauritania compartieron datos clave sobre la movilidad humana, la evolución de las rutas migratorias y las iniciativas que están desarrollando para acompañar a las personas en tránsito de manera digna y respetuosa.
Durante la sesión, se destacó que en 2024 la ruta atlántica ha sido la principal vía de salida desde África hacia Europa, con un dramático aumento en el número de fallecimientos y desapariciones. Solo en el último año, más de 10.500 personas han perdido la vida intentando llegar a Canarias, convirtiendo esta ruta en la más peligrosa del continente.
Tanto Marruecos como Mauritania han dejado de ser únicamente países de tránsito para convertirse en países de destino, donde muchas personas migrantes, ante la imposibilidad de seguir su viaje, intentan reconstruir sus vidas en contextos de gran vulnerabilidad. Sin embargo, las condiciones en ambos países presentan grandes dificultades. En Mauritania, por ejemplo, la legislación migratoria es muy restrictiva, lo que complica el acceso a derechos básicos como la educación, la sanidad o el empleo.
El papel de Cáritas en la acogida y la integración
Desde Cáritas, se están implementando programas de apoyo, con un enfoque integral que incluye la asistencia humanitaria, el acompañamiento jurídico y social, la promoción de derechos humanos y la formación profesional. En Mauritania, se han desarrollado proyectos de capacitación para jóvenes sin acceso a educación reglada, con el objetivo de mejorar sus oportunidades laborales y fomentar su integración. En Marruecos, la intervención se centra en la atención sanitaria, el apoyo psicológico y la protección de las personas en situación de mayor vulnerabilidad, como mujeres y menores.
Las ponentes resaltaron la importancia de la cooperación internacional y el trabajo en red, tanto entre las Cáritas nacionales como con otras organizaciones e instituciones. Se destacó el papel de la Red de África y Europa para la Movilidad Humana (RAEMH), un espacio de trabajo conjunto que permite mejorar la respuesta ante la crisis migratoria, facilitando el intercambio de información y buenas prácticas entre países de África y Europa.
Un llamada a la acogida comunitaria
Más allá de las cifras y los proyectos, la ponencia dejó un mensaje claro: humanizar la migración. Las personas migrantes no son números, sino historias de vida marcadas por el sufrimiento y la esperanza. Por ello, los representantes de Cáritas hicieron un llamamiento a fortalecer la acogida comunitaria, fomentando espacios de encuentro e integración en los barrios y comunidades, donde cada persona pueda sentirse reconocida y acompañada.
Para concluir, se lanzó una pregunta a los asistentes: “¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros, en nuestra realidad cotidiana, para ser espacios de acogida y de construcción de paz?”. Una interpelación que invita a la reflexión y al compromiso concreto en favor de la dignidad de todas las personas, especialmente las que se ven forzadas a migrar.