Cómo podemos aplicar el mandamiento de amar al prójimo en situaciones de crisis como la causada por la DANA (Mc 10, 28b-34)
Pilar Algarate 3 de Noviembre de 2024Lecturas del Domingo XXXI del Tiempo Ordinario: Primera lectura: Deuteronomio 6, 2-6; Segunda lectura: Heb 7, 23-28; Evangelio: Mc 12, 28b-34
Lectura del Evangelio según san Marcos 10, 28b-34
En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?” Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos”.
El escriba replicó: “Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”.
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: “No estás lejos del Reino de Dios”. Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabras del papa Francisco
«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas […] Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (vv. 30-31).
Eligiendo estas dos Palabras dirigidas por Dios a su pueblo y poniéndolas juntas, Jesús enseñó una vez para siempre que el amor por Dios y el amor por el prójimo son inseparables, es más, se sustentan el uno al otro. Incluso si se colocan en secuencia, son las dos caras de una única moneda: vividos juntos son la verdadera fuerza del creyente. Amar a Dios es vivir de Él y para Él, por aquello que Él es y por lo que Él hace. Y nuestro Dios es donación sin reservas, es perdón sin límites, es relación que promueve y hace crecer. Por eso, amar a Dios quiere decir invertir cada día nuestras energías para ser sus colaboradores en el servicio sin reservas a nuestro prójimo, en buscar perdonar sin límites y en cultivar relaciones de comunión y de fraternidad. (...) Esto interpela a nuestras comunidades cristianas: se trata de evitar el riesgo de ser comunidades que viven de muchas iniciativas, pero de pocas relaciones; el riesgo de comunidades «estaciones de servicio», pero de poca compañía en el sentido pleno y cristiano de este término.
Dios, que es amor, nos ha creado por amor y para que podamos amar a los otros permaneciendo unidos a Él. Sería ilusorio pretender amar al prójimo sin amar a Dios y sería también ilusorio pretender amar a Dios sin amar al prójimo. (Ángelus, 4 de noviembre de 2018)
Para la reflexión
- ¿Cómo podemos aplicar el mandamiento de amar al prójimo en situaciones de crisis como la causada por la DANA?
- ¿De qué manera el amor a Dios y al prójimo puede ayudarnos a superar la desesperanza y la tristeza en tiempos difíciles?
- ¿Qué acciones concretas podemos tomar para demostrar nuestro amor y solidaridad con aquellos que han sido afectados por la DANA?
- ¿Cómo podemos encontrar la fuerza para seguir ayudando a los demás, incluso cuando nos sentimos agotados y desanimados?
- ¿Cómo podemos mantener la esperanza y la fe en medio de la devastación y la pérdida?
- ¿De qué manera podemos ser un reflejo del amor de Dios para aquellos que están sufriendo?
Oración de San Francisco de Asís
Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio, siembre yo amor; donde haya injuria, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, alegría.
Oh, Divino Maestro, concédeme que no busque ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, sino amar. Porque es dando que recibimos; es perdonando que somos perdonados; y es muriendo que nacemos a la vida eterna.
Amén.
Para realizar un donativo a las personas afectadas por la DANA:
Cáritas diocesana de Madrid quiere estar cerca de las personas afectadas por la DANA a través de distintas formas de colaboración:
- con un DONATIVO AHORA
- una transferencia al NÚMERO DE CUENTA: ES67 0075 7007 8506 0715 0747 . Concepto: DANA
- donación por Bizum: 33645
- por teléfono: 91 548 95 80
- o pasándote por: Santa Hortensia, 1-B C.P. 28002 MADRID