Madrid despide al papa Francisco en una Almudena abarrotada con un canto de fe y gratitud

Pilar Algarate 29 de Abril de 2025

La catedral de la Almudena acogió una multitudinaria Misa funeral por el papa Francisco. El cardenal José Cobo invitó a recordar su vida como testimonio de fe sencilla, apertura a las periferias y esperanza en la resurrección.

La catedral de Santa María la Real de la Almudena se llenó de corazones este martes para acoger la Misa funeral por el papa Francisco. Los madrileños se reunieron para compartir un último momento de gratitud hacia quien "nos hizo sentirnos en casa dentro de la Iglesia, con nuestras imperfecciones y dudas", como expresó con emoción el cardenal José Cobo al iniciar la celebración.

Desde el primer instante, el arzobispo de Madrid destacó la calidez y humildad que caracterizaron el pontificado de Francisco: "Una persona que fue aclamada y a veces incomprendida, pero que siempre caminó entre nosotros como pastor, con las sandalias de Pedro, con sencillez, con una sonrisa sincera y con palabras que llegaban al corazón de quienes le escuchaban".

La homilía de Cobo nos invitó a trascender la tristeza de la despedida para abrazar el testimonio de fe que nos deja Francisco:

"Recordar la vida de alguien de nuestra comunidad no es mirar al pasado, sino elevar la mirada para descubrir hacia dónde nos proyecta su ejemplo. Francisco fue testigo en medio del mundo, una persona de Dios que nos enseñó a contemplar desde los ojos del Espíritu la realidad concreta de nuestra sociedad."

El cardenal subrayó tres grandes enseñanzas del pontificado, inspirándose en el Evangelio proclamado: la necesidad de "nacer de lo alto" abandonando inercias e ideologías para acoger la esencia del Evangelio; el valor central de la cruz de Cristo, que Francisco vivió acercándose a las personas en situación de vulnerabilidad; y la certeza de que "la muerte no es el final, sino un paso", vivido con la esperanza de un nuevo comienzo.

Evocando los gestos proféticos del Papa. su cercanía a quienes más sufren, su defensa incansable de la paz, su impulso a la participación y su apertura a las periferia, Cobo nos recordó que la mejor manera de honrar su legado es continuar construyendo una Iglesia en movimiento:

"Francisco nos mostró que la Iglesia no debe ser una aduana, sino un hogar con las puertas abiertas, donde cada persona pueda encontrar consuelo y acogida, independientemente de su condición o circunstancia."

Entre las personas asistentes a la emotiva ceremonia destacó la presencia de los equipos directivos de Cáritas Madrid y Cáritas Española, que siempre recibieron el apoyo y reconocimiento del Papa Francisco por su labor incansable con las personas más vulnerables, encarnando así uno de los pilares fundamentales de su pontificado: la opción preferencial por quienes sufren la exclusión social.

La celebración culminó con una emotiva oración donde el cardenal encomendó a Francisco al abrazo del Dios de la vida y pidió que su servicio siga dando frutos entre todas las comunidades cristianas:

"Querido Francisco, ahora continuaremos caminando como Iglesia, como tú nos has enseñado: con alegría, con sencillez y confiando en el Dios que siempre perdona. Descansa en paz, hermano, y sigue acompañando a tu Iglesia, también a esta comunidad de Madrid que tanto querías."

Al finalizar la celebración, el cardenal Cobo dirigió unas últimas palabras de agradecimiento a todas las personas presentes: "Vuelvo a agradeceros a todos y todas vuestra presencia. Gracias especialmente a las autoridades autonómicas y municipales que habéis venido a acompañarnos en esta celebración. Sentimos vuestro cariño, como también vosotros habéis sentido el nuestro. Que la bendición del Señor descienda sobre cada persona aquí presente y nos acompañe siempre. Que nuestro querido Papa Francisco descanse en paz."​​

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