“Levántate, tu fe te ha salvado”. XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario
Pilar Algarate 12 de Octubre de 2025Jesús va camino de Jerusalén, pero no pasa de largo ante el dolor. Diez personas leprosas se le acercan pidiendo compasión. Y Él las escucha. Las envía a los sacerdotes, y por el camino quedan sanadas. Sin embargo, solo una regresa a dar gracias, y Jesús se conmueve: era un samaritano.
La pregunta de Jesús atraviesa también nuestras vidas: ¿Dónde está la gratitud? y ¿Sabemos reconocer lo que hemos recibido?
La sanación no termina con la curación física. Solo el que vuelve a dar gracias se encuentra verdaderamente con Jesús, y escucha estas palabras: “Levántate, tu fe te ha salvado.”
Este texto nos recuerda que la fe no solo pide, también agradece. No solo busca milagros, busca al Dios de la vida. La gratitud no es solo buena educación: es una forma de vivir con los ojos abiertos, con el corazón humilde y con la memoria despierta.
En este día en que celebramos también a la Virgen del Pilar, modelo de fe firme y presencia constante, podemos aprender de María a vivir desde la gratitud, a confiar en el camino aunque no sepamos a dónde lleva, a reconocer las maravillas de Dios en lo pequeño.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas
Lucas 17, 11-19
Una vez, yendo camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros». Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús, tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?». Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
Preguntas para la reflexión:
- ¿Qué experiencias de consuelo o cambio he vivido y no he sabido agradecer?
- ¿Vuelvo a Jesús o sigo mi camino cuando ya he recibido lo que pedía?
- ¿Qué me enseña la figura del samaritano sobre la fe que reconoce y agradece?
- ¿Qué lugar tiene la gratitud en mi vida cotidiana?
- ¿Cómo me inspira hoy la figura de la Virgen del Pilar para vivir con fe firme y mirada agradecida?
Oración
Magníficat – Canto de María (Lucas 1, 46-55)
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su sierva.Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación...