“Las personas necesitan que la Iglesia escuche y esté presente”: el obispo Vicente Martín anima a seguir construyendo una pastoral social con rostro humano

Pilar Algarate 8 de Julio de 2025

El Área Diocesana de Pastoral Social cerró el curso con una evaluación compartida y una Eucaristía en la que se valoró el trabajo realizado y se renovó el compromiso con las personas más vulnerables.

La última reunión del curso del Área Diocesana de Pastoral Social de la archidiócesis de Madrid congregó a representantes de diversas realidades eclesiales para evaluar el camino recorrido durante el año y renovar el compromiso con las personas más vulnerables. El encuentro concluyó con una Eucaristía presidida por el obispo auxiliar, monseñor Vicente Martín, quien agradeció el trabajo realizado y animó a seguir sembrando esperanza en medio de las dificultades.

Durante el encuentro, se compartieron valoraciones sinceras y profundas sobre lo vivido. Se destacó el buen ambiente del grupo y el espíritu fraterno que ha favorecido el trabajo conjunto, aunque también se subrayó la necesidad de que la dimensión social del Evangelio cale con más fuerza en la Diócesis.
 

Varias intervenciones insistieron en el valor de estos espacios como lugares de comunión, escucha y renovación del compromiso. “Este grupo es un refugio donde encontramos apoyo, donde se abre el corazón, y eso es sinodalidad”, se señaló. También se subrayó la importancia de mantener viva la misión evangelizadora desde el acompañamiento cercano a las personas más desfavorecidas: jóvenes en centros cerrados, familias migrantes, población gitana, personas sin hogar o trabajadoras pobres.

Se compartieron testimonios que reflejan la complejidad de la realidad social madrileña: incertidumbre económica, exclusión habitacional, dificultades de acceso a la educación y la vivienda digna, soledad no deseada…

Monseñor Vicente Martín, en sus palabras de cierre, agradeció la entrega del grupo y reconoció los retos afrontados durante el curso: “Nos hemos encontrado con realidades duras, desde una escalada de violencia global hasta situaciones locales que no parecen importar a nadie. Pero ahí ha estado la Iglesia, también gracias a vosotras y vosotros”. Invitó a no desanimarse y a seguir apostando por una pastoral que integre lo social como expresión concreta de la fe.

El encuentro concluyó con el deseo compartido de seguir caminando juntas y juntos en clave sinodal. Se hizo memoria agradecida del recorrido hecho, se compartieron inquietudes y propuestas de mejora, y se renovó el compromiso de seguir siendo presencia viva de la Iglesia en los márgenes.

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