«La esperanza no es un sueño ingenuo, sino una llama capaz de transformar el mundo», afirmó el cardenal José Cobo en el Wow Fest.
Pilar Algarate 28 de Septiembre de 2025La catedral de Santa María la Real de la Almudena se llenó este sábado de jóvenes, sacerdotes, catequistas y personas consagradas con motivo del WOW Fest, el Jubileo Interdiocesano de Adolescentes y Jóvenes organizado por las diócesis de Madrid, Getafe y Alcalá de Henares.
La celebración, presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, junto con Antoni Prieto, obispo de Alcalá de Henares, y José María Avendaño, obispo auxiliar de Getafe, estuvo marcada por un mensaje central: «La esperanza no es un sueño ingenuo, sino una llama capaz de transformar el mundo».
El Arzobispo invitó a los jóvenes a no dejarse arrastrar por falsas promesas de felicidad, recordando que la esperanza verdadera tiene un nombre: Jesucristo. Para responder a la pregunta de Cristo —«¿Quién decís que soy yo?»—, les animó a escuchar su voz en el corazón, caminar en comunidad y transformar el mundo con gestos concretos de amor, fraternidad y compromiso.
«No os dejéis robar la esperanza del Evangelio», insistió Cobo, subrayando que el futuro no está en manos de los poderosos, sino en manos de quienes se atreven a amar como Jesús.
El encuentro concluyó con un clima de gratitud y envío misionero. El cardenal José Cobo agradeció a las y los jóvenes, a las delegaciones y a todas las personas que hicieron posible el WOW Fest, recordando que «merece la pena estar juntos». Con tono cercano y festivo, les animó a llevar lo vivido más allá de la catedral: «Mañana, cuando os levantéis, coged el móvil y contad a vuestros amigos lo que habéis vivido. Dadles el contagio de la fe. Esto merece la pena y hay que compartirlo».
La jornada terminó con música, alegría y la convicción compartida de que la esperanza es la semilla que transforma el mundo.