El obispo José Antonio Álvarez: “ San Jorge y el papa Francisco nos animan a construir un mundo de paz y misericordia”
Pilar Algarate 27 de Abril de 2025Más de mil jóvenes del Movimiento Scout Católico se han reunido este fin de semana, del 25 al 27 de abril, en Guadarrama, para celebrar su tradicional acampada en honor a San Jorge, patrón del escultismo. Bajo el lema “Constructores de sueños”, las personas participantes han compartido actividades, talleres y momentos de convivencia con el objetivo de construir, desde la hermandad scout, un mundo más justo, solidario y sostenible.
Desde Cáritas hemos querido acompañarles en este día tan especial, compartiendo su alegría y su compromiso con una sociedad más fraterna y humana.
Durante la Eucaristía celebrada el domingo, presidida por el obispo auxiliar de Madrid, monseñor José Antonio Álvarez, se recordó el ejemplo de San Jorge, “que con coraje y fe derrotó al dragón”, y se hizo una especial memoria del papa Francisco, fallecido el pasado lunes, quien compartía con San Jorge su nombre de bautismo, Jorge Mario, y para quien esta fiesta tenía un significado muy especial.
Monseñor José Antonio evocó las palabras que el papa Francisco dirigió a los scouts católicos en Italia en 2015, donde los reconoció como “una parte preciosa de la Iglesia” y valoró su método educativo basado en el contacto con la naturaleza, la responsabilidad, la fe y la libertad. “Este reconocimiento nos anima a todos a seguir caminando con alegría y compromiso”, afirmó el obispo.
En su homilía, monseñor José Antonio propuso a las y los scouts cuatro claves que Jesús resucitado nos ofrece para ser constructores de un mundo nuevo: hacer posible la paz, ser enviados a testimoniar la fe, vencer los miedos con la fuerza del Espíritu, y vivir la misericordia como camino de fraternidad. “Construir puentes –como habéis hecho físicamente este fin de semana– nos enseña que no podemos caminar solos, que necesitamos de las demás personas para alcanzar las grandes metas”, subrayó.
La jornada concluyó con un acto de clausura, en el que el entusiasmo, la gratitud y el espíritu de servicio se hicieron presentes, dejando viva la llamada a seguir siendo testigos de la resurrección y constructores de esperanza en medio del mundo.