«Ante un niño no se discute ni se vence: se cuida», recuerda el cardenal Cobo en la Navidad
Pilar Algarate Pilar 25 de Diciembre de 2025La catedral de Santa María la Real de la Almudena se llenó este 25 de diciembre, solemnidad de la Natividad del Señor, de personas que quisieron celebrar la Navidad en la Eucaristía presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid.
En su homilía, el cardenal situó el nacimiento de Jesús en la realidad de “un mundo lleno de palabras, pero tan pobre de palabra”, marcado por el ruido constante y la dificultad para escuchar lo esencial. En este contexto, recordó que “en este mundo real, tal y como es, nace la Palabra hecha carne”.
El arzobispo de Madrid subrayó que esa Palabra no se impone ni deslumbra, sino que llega “en el silencio de la noche, hecha fragilidad, como un niño”, y no solo para unas pocas personas, sino para todas. “Ante un niño no se discute ni se vence; ante un niño se cuida”, afirmó, invitando a preguntarse qué estamos haciendo hoy con ese niño que Dios pone en nuestras manos.
El Cardenal puso el acento en las personas empobrecidas, descartadas, víctimas de la guerra o de la migración forzada, recordando que la Palabra “nace como un niño pobre, sin lugar, en las periferias del mundo”. Por ello, señaló que la Navidad no ofrece soluciones mágicas, sino que “pide brazos, cercanía, ternura y cuidado”.
En la parte final de su homilía, el cardenal José Cobo sintetizó el mensaje de la Navidad en tres llamadas concretas: escuchar el llanto de Dios en el sufrimiento del mundo; acoger, recordando que “nuestro corazón es el mejor pesebre de Dios”; y reconocer a Dios en las personas concretas, porque nadie acoge de verdad a Dios sin acoger a quien llama a la puerta.
Finalmente, animó a vivir una Navidad que sucede hoy, cuando nos dejamos transformar en cuidadores y cuidadoras y hacemos de nuestro mundo una casa abierta para todas las personas, recordando que “Dios confía en nosotros y nos hace protagonistas de su hospitalidad”.