"Ya no queda ninguna persona sin hogar en España"

Acto de sensibilización "Hazme visible" de Cáritas Vicaría I.

Cáritas madrid. 28 de noviembre de 2016.-Llegará un día en que podamos escribir este titular para dar la mejor noticia del siglo a la sociedad española. Pero la realidad actual es muy diferente y sabemos que hay casi 40.000 personas en situación de sin hogar en nuestro país. Queda mucho por hacer, pero cada paso que damos y cada mano que tendemos a todos los que sufren la injusticia y la pobreza nos acerca más a esa utópica meta que todos compartimos.

Vestidos con los petos rojos de Cáritas, bajo unas cuantas pancartas y rodeados de siluetas de cartón de personas sin rostro, un grupo de voluntarios, sacerdotes  y educadores de Cáritas Vicaría I y VIII se congregó en la plaza de Castilla, el martes 23 de noviembre, para dar testimonio y hacer visible la cruda realidad que vive mucha gente en nuestras calles.

"¡No se olviden de los pobres! ¡Salgan a la calle!" Nos repite una y otra vez el Papa Francisco.

Y en eso estamos.

Hemos salido a la calle, en un frío día de noviembre con un cielo cubierto de nubes que nos dieron tregua durante las tres horas que duró la concentración, para repartir información a mujeres y hombres de todas las edades que se dirigían con mucha prisa a su trabajo, a una cita o a su hogar… sin darse cuenta de que a su lado pasan personas invisibles que no tienen dónde ir.

No pedimos nada, solo damos información. Queremos que la gente se pare a mirar a su alrededor, que salga de su burbuja y se atreva a VER con mayúsculas. "Llorar por la miseria de los demás no significa solo compartir sus sufrimientos, sino también y sobre todo, tomar conciencia de que nuestras propias acciones son una de las causas de la injusticia y la desigualdad", subrayórecientemente el Pontífice a los líderes de los países más poderosos congregados de Davos.

Hemos entregado cientos de folletos, muchos los leían esperando a que se pusiera el semáforo verde, otros los guardan en el bolsillo, algunos ciudadanos nos han agradecido nuestra labor y la mayoría ha seguido su camino indiferente, sin mirar, sin ver.

Pero un corazón rojo ha latido hoy en la plaza de Castilla para hacer visibles a los “sin rostro” y llevar un mensaje de esperanza, porque “nadie sin hogar, es posible” si todos nos comprometemos por un mundo mejor.