Voluntarios contra el COVID-19: El Colegio Santa María del Pilar

Cáritas Madrid 26 de Junio de 2020

Los chicos y chicas del Colegio de Santa María del Pilar han ayudado a descargar un camión lleno de alimentos y a repartirlo entre 150 familias de la Parroquia de Santa María de Martala en Moratalaz. Todo un reto que los jóvenes afrontaron con sonrisas, compromiso y amor.

Los chicos y chicas del Colegio de Santa María del Pilar han ayudado a descargar un camión lleno de alimentos y a repartirlo entre 150 familias de la Parroquia de Santa María de Martala en Moratalaz. Todo un reto que los jóvenes afrontaron con sonrisas, compromiso y amor.



Cáritas Madrid. Junio de 2020.- Las personas y familias con dificultades siguen acercándose a Cáritas en busca de un apoyo. Cáritas Diocesana de Madrid cuenta con más de doscientos puntos de distribución de alimentos desde donde se sigue dando una ayuda directa y rápida a quienes están pasando por una situación de dificultad. Además de dar esa respuesta a las necesidades básicas, también tratamos de profundizar en las necesidades más estructurales de las familias para facilitarles las herramientas necesarias para su recuperación.
 
Toda esta labor no sería posible sin los más de 3.000 voluntarios que de forma individual o en grupo han acudido a Cáritas Madrid para ofrecer su tiempo y capacidades para ayudar a mitigar los efectos de la panemia del COVID-19. Uno de estos grupos lo forman 24 chicas y chicos del Colegio de Santa María del Pilar que hace unos días ayudaron a descargar un camión de alimentos en la Parroquia de Santa María de Martala en Moratalaz y posteriormente distribuyeron entre 120 familias del barrio.

Las caras alegres a pesar del esfuerzo y la satisfacción por la labor realizada se reflejaba en sus rostros, más allá de las mascarillas, fue el resumen de una acción de voluntariado, de solidaridad desinteresada con la que tantas personas están respondiendo ante una situación tan inesperada como la actual.

 

Un reto que afrontamos desde el amor

Un reto que desde el equipo de Cáritas en Santa María de Martala explican que "estamos abordando como siempre con amor. Amor por ese próximo que sufre a nuestro lado, amor por los que han perdido su trabajo, o por los inmigrantes que no han podido regularizar sus papeles y ya han agotado todos sus recursos, amor por los que no tienen dinero para pagar las habitaciones en las que viven, amor por los que pasan hambre".

 

"Es un ejemplo de la proximidad tanto física como espiritual que forma parte del propio ser de Cáritas. Esa proximidad que le permite canalizar rápidamente en favor de los desfavorecidos las ayudas recibidas y el esfuerzo de sus miles de voluntarios", añaden desde la Cáritas parroquial de esta parroquia situada en Moratalaz.

 

“El ambiente ha sido estupendo y los chavales han disfrutado mucho ayudando”, señalaba el monitor que  acompañó a los chicos. “Ha sido una experiencia magnífica. Yo creo que se han ido muy contentos. Y han sido una gran ayuda”, apuntába el párroco. 

“La Caridad es amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Se trata de un amor desinteresado que surge por el mero deseo de darse a los demás sin pretender nada a cambio”, apuntan desde el equipo de Santa María de Martala. "Amor, el que han demostrado estos jóvenes empleando su tiempo desinteresadamente y con alegría".



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