Voluntarias que son ejemplo: Isidora, 91 años y al pie del cañón
Cáritas Madrid 25 de Junio de 2019Isidora es una joven de 91 años y es un referente en Cáritas Vicaría VIII. Tiene una voluntad de hierro. La palabra pereza no está ni en su vocabulario ni en su actitud ante la vida. Un verdadero ejemplo, siempre alegre, siempre dispuesta. Cuando tengas dudas, cuando tu ánimo esté bajo, fíjate en Isidora.
Isidora es una joven de 91 años y es un referente en la Vicaría VIII. Tiene una voluntad de hierro. La palabra pereza no está ni en su vocabulario ni en su actitud ante la vida. Un verdadero ejemplo, siempre alegre, siempre dispuesta. Cuando tengas dudas, cuando tu ánimo esté bajo, fíjate en Isidora.
Cáritas Madrid. 24 de junio de 2019.- El 20 de junio de 2019, ha sido el día en el que las personas que pertenecemos a la familia de Caritas Madrid hemos salido para hacernos visibles y recordar que todavía hay mucha gente con necesidades. Como tantos miles de voluntarios, los de mi parroquia hemos salido a la calle.
Poco antes de las nueve y media ya estaban Isidora y su inseparable Pepi abriendo la parroquia, para recoger los “cacharros” para montar la mesa. Isidora es una joven de 91 años, incombustible. Con su alegría y su ánimo de siempre, al pie del cañón desde el principio.
Me saludó como habitualmente, extiendió sus brazos, me abrazó, me dio dos besos y me dijo: mi amor.Empezamos a cargar las cosas. Isidora quería cogerlo todo; espera Isidora que eso pesa mucho, pero no hace caso. Entre todos llevamos la mesa, las sillas, la sombrilla, el mantel primorosamente doblado y guardado para que no se estropee. Ya se encargan ellas. Seguro que cuando terminemos, Isidora se lo llevará a su casa para lavarlo y plancharlo para que el próximo año esté impoluto.
En la mesa me quedé con Isidora mientras el resto de voluntarias pateaban las calles frente a nuestra parroquia pidiendo unas monedillas, o un billete mejor que, a pesar de lo que muchos puedan pensar, hay muchas necesidades.
Comentamos: qué bien se está hoy, con el frío o el calor que hemos pasado otros años. Y ya van unos pocos. A ver qué tal se nos da hoy.
Una mañana con Isidora es una experiencia increíble, una enseñanza vital. Te cuenta sus recuerdos, su vida, y te das cuenta de qué extraordinaria persona es Isidora. Una entrega total basada en un profundo e intenso sentimiento religioso; ama al próximo no como a ella misma, y mucho más.
Transmite alegría a todas las personas que visitan nuestra acogida y estoy seguro de que es querida por todos. Una voluntad de hierro. La palabra pereza no está ni en su vocabulario ni en su actitud ante la vida. Un verdadero ejemplo, siempre alegre, siempre dispuesta. Cuando tengas dudas, cuando tu ánimo esté bajo, fíjate en Isidora.
Todo lo quiere hacer. Ya voy yo, dice, y sale correteando por los pasillos de nuestra parroquia. Y todos le chillamos: Isidora, no corras, a ver si te vas a caer… pero le da igual.
Quiero felicitar a todos los voluntarios que durante este día dedicaron su tiempo a pedir para los demás y agradecerles el que yo pueda colaborar con ellos. Pero dejadme que destaque a Isidora, es una suerte contar con su compañía y su vida.
Y además, hace unas galletas que están de rechupete.
Fernando Ramírez, voluntario de la acogida de Cáritas de Nuestra Señora de Aránzazu