Visita de los voluntarios de Cáritas Vicaría IV al proyecto "La Fábrica" en Cañada Real Galiana
Cáritas Madrid 18 de Abril de 2017Cáritas cerca de las situaciones más extremas de marginación y exclusión social y donde también funciona el mercado de la droga, que es de lo que viven algunas personas de la zona, en el Sector 6
Cáritas cerca de las situaciones más extremas de marginación y exclusión social y donde también funciona el mercado de la droga, que es de lo que viven algunas personas de la zona, en el Sector 6.
Cáritas Madrid. 18 de abril de 2017.- Catorce voluntarios de Cáritas Vicaría IV hizo una visita a la Cañada Real Galiana, donde Pablo, responsable del proyecto y Mónica, responsable del trabajo con menores, les explicaron con mucho detalle la situación de la zona y el trabajo que se hace con menores y familias. Asimismo, les enseñaron las instalaciones y juntos hicieron un recorrido por el sector 6 de la Cañada Real, que es donde se encuentra el emplazamiento en el que Cáritas desarrolla sus actividades.
Pablo contó a los voluntarios la situación en que se encuentra actualmente la Cañada Real, terreno que alcanza unos 17 kilómetros y donde viven unas 9.000 personas, en su mayor parte de origen marroquí, gitano-rumano y gitano-español, de las cuales unos 4.000 son menores. Tienen competencias sobre la Cañada, diferentes administraciones, la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos de Rivas, Coslada y de Madrid. Actualmente las distintas administraciones han alcanzado un acuerdo para dar solución a los problemas de la Cañada, en el que se prevé el desalojo y reubicación de las familias que habitan en el sector 6. Dicho acuerdo se pondrá en marcha en breve, pero no se prevé que termine de implantarse hasta dentro de unos cuantos años.
Cáritas trabaja precisamente en el sector seis de la Cañada, que es en el que se dan situaciones más extremas de marginación y exclusión social y donde también funciona el mercado de la droga, que es de lo que viven algunas personas de la zona. El sector seis se extiende a lo largo de unos seis kilómetros y tiene una densidad alta de población.
Comenzamos nuestra visita, haciendo una breve parada en El Gallinero, en la que vimos como viven unas cincuenta familias en condiciones infrahumanas. A continuación, el grupo de detuvo un momento en la parroquia Santo Domingo de la Calzada, donde Cáritas Madrid, en colaboración con las religiosas Adoratrices, los hermanos de San Juan de Dios y Cruz Roja, trabajan de forma coordinada en el proyecto “Encuentros con dignidad”, dirigido principalmente a personas que viven en la Cañada y que tienen problemas de consumo activo de drogas. Finalmente, el grupo de voluntarios y voluntarias se acercó a “La Fábrica”, una antigua fábrica de muebles, que son las instalaciones en las que Cáritas desarrolla sus proyectos.
Una vez en las instalaciones de Cáritas, Mónica, educadora de Cáritas encargada del proyecto de menores, enseñó a los voluntarios el edificio donde están desarrollando los diferentes programas, que cuenta, entre otras, con varias salas de estudio, un taller de peluquería, una sala de psicomotricidad, un aula de informática, despachos y un almacén.
Mónica explicó en qué consisten los proyectos que se llevan a cabo en la Cañada, destacando las clases de alfabetización que se dan a mujeres y, a algunos hombres, por las mañanas. Especialmente nos habló del Centro Educacional del Menor que se realiza todas las tardes y donde se comparte un espacio con los niños, a quienes, aparte de dar refuerzo escolar, se les trata de inculcar hábitos de higiene y normas básicas de comportamiento. Así como actividades de ocio y tiempo libre saludables.
También se organizan todos los meses desayunos con las familias, se comparte con ellas un tiempo, y se aprovecha para reforzar los vínculos familiares.
El trabajo que Cáritas lleva a cabo en la Cañada Real es impresionante y la dedicación de los responsables de los proyectos, tanto voluntarios como estructurales, a veces sin horarios ni apenas descanso, es encomiable y muy necesaria. Agradecer la inestimable ayuda de los voluntarios y voluntarias, que se entregan y vuelcan en este proyecto, pues ellos son el principal soporte de este difícil reto de acompañar a estos menores y familias a salir de la exclusión social.