Verano de excesos, otoño saludable

El verano suele ser tiempo de excesos gastronómicos; consumimos más alcohol, grasas y dulces, y las comidas son más desordenadas y anárquicas. Disfrutamos del aperitivo con una cervecita, un tinto de verano y unas aceitunas o una bolsa de patatas fritas; tomamos un helado a media tarde, y otro por la noche... ¿Te suena algo de esto? ¿Eres de los miles de madrileños que han vuelto con entre tres o cinco kilos más?

Pues no hay que preocuparse, es muy normal que durante las vacaciones llevemos una alimentación menos saludable; o hemos estado en un sitio donde nos preparaban la comida o carecíamos de acceso a una cocina, o no teníamos posibilidad de comer siempre productos frescos. O sencillamente no nos ha apetecido comer lo de siempre, porque necesitábamos también un descanso de la alimentación habitual.

Lo importante es haber disfrutado de las vacaciones con sus pequeños pecados alimenticios, porque una vez iniciada nuestra rutina habitual de estudio, trabajo... es mucho más fácil volver a empezar a comer mejor. También los que realizan ejercicio físico habitualmente, durante las vacaciones le han dedicado menos tiempo; y los que no hacen nada han llevado una vida aún más sedentaria, así que además de la alimentación, el cambio de estilo de vida, el dejar de hacer ejercicio por el calor o por pasar más tiempo tumbados o sentados, nos ha hecho ganar esos kilitos, ¡pero que nos quiten lo bailado!

Y ahora toca volver a la normalidad de la rutina diaria y de una alimentación saludable. El objetivo por tanto no es lamentarse por haber cogido unos kilitos, sino alegrarse por haberlos disfrutado sabiendo que el peso que se gana en pocos días, también se puede perder rápido. Una vez olvidados helados, visitas al chiringuito, cañas con amigos y barbacoas familiares, retomemos las buenas costumbres y volvamos a llenar la nevera con alimentos frescos, recuperando la verdura y todos sus nutrientes que mejoran el tránsito intestinal, dan mayor sensación de saciedad y ayudan a controlar mejor
el peso. Vuelve también a cocinar los alimentos de forma más saludable, cocidos a baja temperatura, al horno o al vapor, que son más digestivos y sientan mejor.

Si no quieres cocinar, o ya no tienes tiempo con la rutina del día a día y el trabajo, una opción para pedir desde la oficina son los catering. Pero elige opciones saludables y con valor social. Cada vez hay más, mejores y más sostenibles.

Una de estas empresas de catering y colectividades es Carifood, empresa de inserción laboral que promueve Cáritas Madrid. Carifood colabora con empresas a las que les ofrece sus catering o los menús diarios para trabajadores, o bien, con particulares para sus eventos y celebraciones. Prepara deliciosos platos, aptos para una dieta saludable, si lo prefieres. Y lo hace dando una opción laboral a personas en situación de vulnerabilidad, desde el respeto al medio ambiente y el cuidado de la salud. Puedes cuidar tu dieta, cuidando a la vez del bienestar de otros.